LOS MONARCAS RAVENCLAW

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A la mañana siguiente la señora Granger, fue directamente a la habitación de su hija pues la había escuchado llorar, hasta altas horas de la noche.

-Hija. Llamo la señora, a la castaña que dormía finalmente.

Se acerco a la cama y se sentó, acaricio la cabeza de su hija con cuidado de no despertarla.

-Que sucedió entre tú y Harry? Se pregunto Mónica a si misma, al notar que la chica ya no llevaba el anillo Evans.

-Linda, creo que deberías dejar que Hermione descanse han sido días muy pesados para ella. Dijo Wendell en un susurro.

Su esposa asintió.

Ambos salieron de la habitación, para que Hermione continuara durmiendo tranquila, aun que sus sueños de la chica estaba lejos de ser dulces, pues se ponían cada vez mas extraños.

-Hola Hermione. Decía una dama arrodillada a su lado.

-Hola. Respondió la castaña, tranquila.

-Dónde estoy? Pregunto la chica.

-En tus sueños, linda. Contesto la dama.

-Quien es usted? Pregunto finalmente Hermione.

-Hermione esa respuesta la conocerás muy pronto, por ahora solo te pido que confíes en mi, como te lo pedí antes. Dijo la mujer.

-Pero... La castaña no pudo seguir por que la señora no la dejo.

-Quiero que sepas que sé, de tus problemas con Harry, pero pronto todo eso se solucionara. Explico la dama.

-Como lo sabe? Pregunto la castaña.

-Lo sé, porque tú y solo tu estas destinada a Harry, ahora preciosa debo irme. Explico la señora.

-Espere por favor necesito saber...Hermione no pudo seguir pues como antes la dama se había ido.

-Espere, espere, espere!!!!! Gritaba la castaña.

Sus padres al escuchar sus gritos, subieron deprisa a su habitación, al entrar encontraron a su hija sentada en su cama, sudando y respirando muy deprisa.

-Hermione, hija. Decía su madre acercándose a la cama.

-Estas bien? Preguntaba su padre abrazándola.

Hermione miraba a sus padres muy asustados, pues no sabía a por que sus sueños se estaban volviendo raros y recurrentes.

-Tranquila hija, todo está bien. Decía Mónica intentado tranquilizarla.

La chica asintió.

Sus padres la dejaron solo para que se diera un baño y bajara a desayunar con ellos, luego de unos minutos se reunía con sus padres, en el comedor. Hermione volvió a subir a su habitación, se sentía triste cansada, se recostó en su cama y sin proponérselo se volvió a quedar dormida.

En casa de Lavender.

La chica por fin había decidido salir de su habitación pero esta vez no por petición de su madre, si no por la visita de un amigo suyo, Cormac Mclaggen

-Cormac, hola...no esperaba tu visita. Dijo la chica con sinceridad.

-Pues después de lo sucedido intente verte, pero tu madre me dijo que estabas muy triste y que no querías ver a nadie. Explico su amigo.

-Sí, la verdad es que... no quería, me sentía humillada, los Weasley a excepción de su padre y sus hermanos, me usaron para escalar en la sociedad y lastimar a dos personas, que no lo merecían y que a pesar de todo...creo que me han dado su amistad. Dijo dudosa la rubia.

HARRY Y HERMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora