Viernes.
Era un día extraño, desperté pensando sobre la vida y la muerte, mientras seguía acostada en mi cama, solo mirando el techo. Sentía que mi vida era algo así como un hueco enorme sin fondo, como un agujero negro.Recordaba algunas conversaciones con Gladys... y no podía dejar de decirme estúpida. De pronto algo interrumpió mi tormento, era mi celular, estaba entrando una llamada, un número desconocido, contesté.
- ¿Bueno? - dije suspirando.
- ¡Te dije que no Harri! - escuché una voz, que estaba alejada del micrófono, claramente hablándole a otra persona.
- ¿Hola? - pregunté en un tono más fuerte y algo confundida.
- Ah... hola Rose... soy Tom... el del café, ¿Me recuerdas? - se puso nervioso, poniendo varias pausas en su oración.
- Claro, ¿Qué pasa Todd? - dije segura.
- ¿Todd? - preguntó confundido y se escuchó una carcajada al fondo. (No era de Tom)
No entendí porque hizo esa pregunta, me quedé callada y pasaron unos segundos de silencio, hasta que él habló.
- Bueno... solo quería saber si te gustaría salir a comer, mi mejor amigo tendrá una cita y me pidió llevar a alguien, no tengo muchos amigos por aquí así que, pensé en ti - dijo Tom desanimado.
- ¿Cómo una cita doble? - pregunté dudosa.
- Amm... si... bueno, es decir, si no quieres, no es una cita, solo una salida de amigos... nada formal. - titubeó.
- Está bien... suena divertido. - le dije.
- Ok, paso... pasamos - corrigió - por tí a las 3:00, nos vemos en un rato - colgó.
No estaba segura de que su nombre fuera Todd al ver la reacción que tuvo, trataba de recordar, pero... algo había bloqueado mi mente, me sentí apenada por no recordar su nombre y hacerlo pensar que no me agradaba, voy a portarme más amable, pensé.
Minutos antes de las tres yo ya estaba lista y en el segundo en el que la manecilla cambió a las tres, sonó el timbre. Al parecer este chico es muy puntual.
Abrí la puerta y era él, Todd, tenía una dulce sonrisa plasmada en su rostro, su mirada era como la de un cachorrito pidiendo caricias. Me quedé embobada mirándolo. Sus rizos estaban perfectamente peinados, tenía un atuendo casual, pero se veía bien, muy bien de hecho.
- Ah... ¿Rose? Vamos... tenemos que irnos - me interrumpió haciéndome reaccionar, soltando una risita casi inaudible que me hizo sonrojar.
Había un auto estacionado frente a nosotros al que me indicó que subiera, abriéndome la puerta de la parte trasera.
Entré al auto y en seguida analicé a los personajes que se hallaban dentro. Junto a mí, un chico que parecía de la misma edad que Todd, mirándome sonriente. Adelante, el chófer y una chica a su lado que supuse era la cita inicial. Todd subió para sentarse a mí lado, cerró la puerta y el auto arrancó.
- Tom... mi nombre es Tom - escuché salir esas tristes palabras de su boca obligándome a justificar mi error en seguida.
- !Lo sé Tom! Solo bromeaba... ¿Creíste que era en serio? - hice una sonrisa falsa, pero, Tom me miraba triste, no me había creído, creándose así, una situación incómoda.
- Y... mi nombre es ¡Harrison!... - interrumpió el chico a mí lado.
- Cierto, olvidé presentarlos, que grosero fuí. Rose, él es mi mejor amigo Harrison. Harrison, ella es Rose. - dijo Tom, cambiando a un tono más alegre.
- Mucho gusto Harrison. - sonreí apenada por la situación.
- Igualmente... y ella es, mi novia, Bárbara. - dijo Harrison señalando a la chica de adelante con la mirada. Qué solo se podía observar su larga cabellera rubia.
- Si, si, no necesito una presentación Harri. - comentó indignada y pude ver la cara de asco que hacía mientras me miraba por el retrovisor. Esta chica no me agrada y por lo visto, yo tampoco a ella, pensé.
Después de eso, nadie habló, yo sólo miraba a todos, Bárbara se retocaba y los otros dos veían la ventana y de vez en cuando me sonreían.
Llegamos a nuestro destino. Tom bajó, tomando mi mano con delicadeza para ayudarme a bajar. Todos entramos al cine y nos paramos en el lobby, mientras, Harrison y Bárbara estaban hablando. Me acerqué a Tom con las manos en mis bolsillos y mirando al suelo.
- ¿No iríamos a comer? - pregunté en tono bajo, haciendo referencia a que sólo quería que Tom escuchara.
- Oh, si, comeremos después del cine. ¿Te molesta? - dijo mirando a la nada.
- No, claro que no - contesté casi inmediatamente - ¿Qué película veremos?
- Bárbara la escogerá - dijo rodando los ojos.
- ¿No te agrada Bárbara? - le pregunté, esperando con todo mi corazón que dijera que no.
- Porsupuesto que no - frunció el ceño - es una ramera, cree que Harrison es su mascota.
- Wow, ramera es una palabra fuerte - reí aliviada.
- Sí, lo es. - me miró - Sabes... me da gusto que hayas venido - ladeó la cabeza.
- ¿En serio? - mi corazón se aceleró pero disimulé.
- Si, así no estaré de mal tercio - soltó una pequeña risa.
Había algo en él que me hacía sentir tan bien, simplemente amaba su sonrisa, tan sencilla, tan bella. Wow, wow, ¿Acaso me estoy enamorando de Tom? Me preguntaba a mí misma mientras lo admiraba confusa.
[ Hola, hola, bellas lectoras, de verdad me encantaría leer su opinión en los comentarios. Pronto subiré la segunda parte de este capítulo, que como siempre, fue un placer escribir y compartirlo con ustedes, sin más por el momento, gracias y hasta el siguiente capítulo :3 ]
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Una nueva vida. •Tom Holland•
Fanfic" No sólo eres un superhéroe en la pantalla, eres mí superhéroe. " Esta es mi primera historia y espero que les guste mucho, realmente me esforcé. Disfruten y por favor dejen su opinión.