Capítulo VI
Intriga
Las horas transcurrieron, y con ello la inconsciencia de Milo persistía, pese a que lo peor había pasado. La intervención de Camus evitó que la magia de Milo despertase de nuevo, y con ello salvó su vida, según explicaron los sanadores mágicos y el Alto Mago Frey, Maestro de Camus, y el principal consejero espiritual de este. Aquel anciano examinó a Milo en cuanto Camus lo llevó a la habitación, encontrando aun rastros de magia en su cuerpo, cual si se tratase de trozos de carbón ardiente entre una hoguera extinta. Su pronóstico era favorable, pero Milo debía recuperarse antes de continuar con una nueva etapa en su entrenamiento. Por ahora, estabilizar la alta temperatura del príncipe de Antaria era prioridad inmediata, o de lo contrario esta podría atraer nuevamente la fuerza interna que Milo aun no podía controlar, e incluso era capaz de matarlo. Al marcharse el Alto Mago y los sanadores, permanecieron Camus y Degel contemplando a un dormido Milo. Sus mejillas estaban rojas a consecuencia de la fiebre que aun persistía en su cuerpo, al igual que sus labios, los cuales estaban rotos a causa de la escasa hidratación. De repente, débiles jadeos hicieron eco en la habitación, señalando nuevamente una súbita elevación del calor en su cuerpo, cual si se tratase de fiebre. Un sirviente mojó una toalla con agua y apartó los cabellos de la frente de Milo, dejando la tela húmeda sobre esta.
–Eso no servirá –Camus se mantuvo pensativo. Sin decir más, se sentó a un lugar de la cama, dejando su mano sobre el pecho de Milo, a la altura de su corazón. Cerró sus ojos, concentrándose hasta dejar sentir una corriente helada sobre él, junto a un aura de color blanco, la cual transmitió hacia Milo desde su pecho, para permitir expandir la corriente fresca hacia su ser completo. Fue cuestión de escasos minutos para que la tranquilidad de Milo regresara y la fiebre momentánea cediera.
–Simples métodos no harán nada. Como dijo mi maestro, la fuerza con la que el fuego se manifestó es poco común –Camus dejó caer la vista en Degel
–Es lo menos que podíamos esperar, considerando que Antares lo escogió a él por sobre su padre y por los guerreros nobles emparentados con la familia real –Degel observó a Antares, la espada que reposaba al lado del cofre que guardaba la ofrenda matrimonial de Saadalsud hacia el Príncipe de Antaria. –Por ahora no podemos hacer más que cuidar de él, es la misión que nos encomendaron –El Duque de Krest giró sobre sus talones para marcharse, no sin antes dirigir una segunda mirada a Camus. Este, por su parte asintió, dejándolo a solas con el inconsciente Príncipe de Antaria.
Pero Camus lo sabía, no se trataba solo de una misión, o de ser un instrumento más para cumplir una profecía que aseguraba la victoria del Alto Destino sobre las fuerzas antagónicas a él. Aquello iba más allá de los sentimientos que permanecían en el Príncipe de Saadalsud desde su niñez, en la cual, aquel enérgico niño de rubios y alborotados cabellos le invitaba a una de sus mayores travesuras, una que le salvó la vida gracias a un fatídico destino que pronosticaba su temprana partida, sino aquella que formó los primeros lazos entre ambos jóvenes. Con sus dedos, dibujó los relieves marcados en la empuñadura de Antares, la espada de Milo, detallando el cuidado con la cual esta había sido forjada. En el centro de la empuñadura, se encontraba orgullosa, brillante y fulgurante cual fuego al rojo vivo la piedra engarzada a la espada, la estrella de Antares. La leyenda decía que dicha espada era obra de los dioses, los pilares del Alto destino, quienes unieron en ella el ardiente deseo de las almas de miles de guerreros impetuosos, los cuales, fieles a su misión, dieron su vida por proteger a quienes necesitaron de ellos, siendo fieles a la voluntad del Alto destino. El poseedor de Antares tendría garantizada la victoria en cada paso que este diese, y con ello la clave para unir a los reinos durante los horrores de la guerra y entre las mieles de la armonía.
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*Cancelada* [Saint Seiya] Est Immanens [Camus x Milo]
Fanfiction[Medieval & Fantasy Au] Unidos en un matrimonio en conveniencia, los herederos de los reinos de Antaria y Saadalsud deben aprender a convivir en armonía y sobrellevar las dificultades, para cumplir con la misión que el Alto Destino les otorgó. Sin e...