Those Green Eyes

Capitulo 3

A la mañana siguiente desperté en una cama doble, me sorprendí de ello. Busque a aquel castaño de ojos verdes, pero todo indicaba que Fabián no estaba aquí. ¿Me habría violado mientras dormía? Sería una pregunta estúpida, a pesar de no conocerlo sino hasta hace dos noches, apostaría mi vida a que Fabián preferiría verme la cara de tonta en el momento, estoy segura, pero nunca se lo permitiré. Pero por el momento lo importante era encontrarlo.

Me levante de la cama y camine hacia la puerta, la abrí lentamente y divise nuestra ubicación, era un gran prado libre, estaba descansando en una cabaña pequeña de una habitación que conectaba con la salida, pude notar dentro de la casa que había una cocina y un baño, con eso se satisfacen todas las necesidades básicas de una persona fácilmente.

Decidí salir al hermoso prado que tenia al frente, donde desde la cabaña podía observar fácilmente  un bello cielo azul, con unas cuantas nubes que me darían sombra y entretendrían mi tiempo observándolas. No dude más tiempo y salí por la puerta, no me había fijado que habían escalones, pero por la altura de la casa eso esperaba, camine rápidamente hacia adelante, estaba algo distraída con la intención de sentarme en la hierba y sentir los cálidos rayos del sol en mi cara, así que no vi por donde caminaba, me tropecé y caí, pero no me lastime, puesto había algo amortiguando mi caída, suspire de que al menos no me había hecho daño, cuando me pregunte ¿Sobre qué caí? Y para mi sorpresa unas palabras muy cercanas a mi estremecieron mi mundo.

-Deberías de tener más cuidado. –Sonrió. – ¿Cómo me pagaras mis preciados minutos de sueño? –su mirada se dirigía de arriba abajo y su sonrisa cada vez se agrandaba más.

No fue hasta entonces que me di cuenta que estaba sobre Fabián y el estaba acostado en la hierba sin camisa exhibiendo su superdesarrollado cuerpo, su figura no me impresiono tanto en cierta forma, el que corriera cien kilómetros por segundo decía demasiado. Pero si me perturbaba un poco, sus ojos bajo la luz del sol eran de un verde semejante a la hierba, muy opaco, no como en la oscuridad del bosque, donde sus ojos iluminaban todos los alrededores. Por el otro lado estaba sentada encima de aquella persona que le había dicho: “Seré tu compañera, pero primero tendrás que conquistarme”.

-¿No piensas levantarte?, aunque si preguntas si me molesta, la respuesta es que pesas muy poco y apenas te siento, no me importaría si te quedases ahí otro rato –sonrió intentando seducirme.

-¡Ah! ¿Por qué no me he movido aun? –Pensé –Me voy a levantar, lamento incomodarte a pesar de no hacerte mucho esfuerzo –me levante algo lento puesto que toda la fuerza que haría la sentiría Fabián y bueno acostumbrada a pensar que era un ser humano común y corriente no quise incomodarle.

-Es una lástima, soy de sangre fría cuando estoy en climas cálidos, así que preferiría que te quedaras ahí para calentar mi cuerpo –me volvió a sonreír y yo me sonroje mientras le miraba apenada -¿Qué te pasa? ¿Dije algo extraño? ¿Tengo una lagartija en el cabello? Vamos háblame de lo que estas mirando…

Afortunadamente Fabián no tenía mucho contacto con la sociedad y apenas podía distinguir de estar sonrojada, tener fiebre o tener miedo a mi aspecto normal. Necesitaba contestarle algo, no iba a decirle que me sonroje porque tenía medio cuerpo desnudo y me sentí alagada por lo que dijo, eso sería cavar mi tumba antes de iniciar la pelea. Hasta que una idea anterior se me paso por la cabeza ¿Fabián durmió conmigo en la cama? Y más importante ¿Esta casa era de él?

-Fabián, ¿de quién es esta casa? –le pregunte tímidamente.

-Pues nuestra –cuando dijo nuestra mi corazón se acelero un poco –la construí mientras dormías, debo llevar como una hora de haberla terminado y decidí descansar –alce la ceja ante semejante historia que me había contado.