Comin'g to you [MoonSun] [TERMINADA]

III

Estoy apenada, no tengo idea de lo que debo hacer o sentir en un momento como este.

Yongsun.

Mi mirada vaga por todos aquellos alumnos que se habían presentado a mi clase, Moon Byulyi se había unido a ellos. Byul se sentaba junto a Jung Wheein, esta última le dedicaba sonrisas tranquilas que parecían ir con confort dedicado a la chica rubia. Mi mirada entonces se posó en Ahn Hyejin, que conversaba con un chico llamado Baekhyun, este último parecía estar diciéndole algo sumamente importante, y la chica Hyejin asentía lo que le decía mientras añadía cosas a la conversación de vez en cuando.

Suspire. Mi mente estaba divagando demasiado y había una única cosa que aún no podía sacar de mi cabeza.

Ayer recibí un beso de parte de una chica que es cinco años menor a mí.

—¿Saben? —hablé de repente, llamando la atención de todos los alumnos presentes. —Hemos terminando todo lo que haríamos hoy, así que pueden irse si así lo desean.

La mayoría de mis alumnos soltó un grito de emoción y se marchó, otros cuantos se acercaron a mí. Moonbyul entre ellos. Este pequeño grupo comenzó a bombardearme de preguntas mientras se sentaban en sillas alrededor de mi mesa. Byul se posicionó a mi lado de manera natural, nadie nunca sospechando nada de sus sentimientos por mí.

Las preguntas variaron una por una, desde cuantos años tenía hasta si la Universidad era tan dura como lo imaginaban.

Todo, hasta que llegó una pregunta que quizá muchos querían hacer, pero nadie se atrevía.

—Señorita Kim. —la voz de Ahn Hyejin se coló entre las otras. —¿Usted tiene novio?

Un silencio expectante se posó entre todos, mi sonrisa no flaqueo, pero pude sentir como el cuerpo de Byulyi se tensaba a mi lado. Mire de reojo a la chica rubia a mi lado, la cual tenía sus manos sobre su regazo, su silla estaba tan apegada a la mía que aquellos que nos rodeaban no podían observar el como ella jugaba con sus manos en una señal de nerviosismo.

—No. —contesté. — No tengo novio.

Todos parecían decepcionados a mi respuesta, algo que me causó gracia.

—Eso es aburrido. —exclamó Hyejin pareciendo perder el interés y posando su mirada en Wheein. —Tu eres más interesante. —murmuró con una sonrisa.

Mi mirada siguió buscando de reojo a Byulyi, que tenía la mirada puesta en un punto fijo en la mesa, pareciendo ignorar a todos alrededor.

—Sí, bueno. —continúe. —Mi vida no es tan interesante.

En ese momento, Moonbyul soltó un respingo y llamó la atención de todos.

—¿Estas bien, Byulyi? —la voz de Wheein fue la primera en surgir. —Te has puesto roja de repente, ¿tienes fiebre?

—No. —negó rápidamente. —Estoy bien.

En ese momento, mi mano dejó de tocar las manos de Byulyi por debajo de la mesa.

Mis pensamientos divagaron, desde recordar a Moonbyul decirme que nunca ha sentido emoción alguna por las confesiones recibidas, hasta recordarme a mí misma confesando que nunca he sabido lo que se siente tener a alguien especial.

"Mentirosa."

La palabra resuena en mis pensamientos mientras observó fijamente a Moonbyul.

Ella es una mentirosa.

Poniendo tal cara sólo por haber sostenido su mano.

Ahora ella sabe lo que es tener a alguien especial en su corazón.

Yo también...

Esto es algo que incluso yo quiero sentir.

Quizá es porque fui demasiado ilusa. Saque mis propias conclusiones y cree expectativas imaginarias en mi mente y simplemente termine con una decepción.

Moonbyul tenía a alguien especial.

Ambas somos diferentes.

Yo nunca podré sentir esta sensación inalcanzable.

[...]

—Yongsun.

La voz de Byulyi resonó a mi espalda, era martes y se supone que la vería el viernes. Pero por alguna razón, ella estaba ahora aquí, en la entrada de mi Universidad cuando yo ya estaba dirigiéndome a casa. Observé a Rosé que me miraba con una ceja levantada al percatarse de la adolescente frente a nosotras, sin embargo, ella no dijo nada.

—Nos vemos mañana, Yongsun.

Se despidió y se fue, al parecer iba a encontrarse con alguien para ir a casa.

—Moonbyul.

El nombre de la adolescente salió de mis labios en un susurro. Ambas nos miramos fijamente.

Yo sólo podía pensar en que iba a dejarle claro que no podía amarla.

Yo estaba planeando rechazar a Moonbyul.

—Byul...

—Yongsun. —ella me interrumpió. —No te pediré que salgas conmigo.

Su afirmación me sorprendió, e incluso, me molestó un poco.

La mirada de ella no dejaba de conectarse con la mía y yo no podía evitar seguir apreciando su iris color de miel en sus ojos, viendo aquella sonrisa que se apoderaba de los labios de Moonbyul.

—Sé que no tienes a nadie especial en tu vida.

Por alguna razón, no encontraba que decir en esta situación.

—Estoy consciente de que no puedes devolverme este amor.

Por alguna razón, sus palabras me hacían sentir mal.

—Porque, Yongsun. —mi nombre sonaba cálido en sus labios. —Haré que te enamores de mí.

—Eso es extraño.

Mi mirada se posó en el asfalto de la calle. Mis puños se apretaron contra mi regazo.

—No recuerdo haberte dicho que quería enamorarme.

Aun así, por alguna razón, Moon Byulyi sonaba incluso más madura que yo.

—Sé que no lo pediste. -su voz resonaba en mis oídos. —Pero yo era como tú, pensando que quizá nunca habría nadie para mí.

En algún momento ella se acercó lo suficiente a mí, observé sus zapatos para andar y entonces eleve mi mirada para observar el sereno rostro de Byul.

—Pero ahora estoy feliz.

Ella tomó una de mis manos y la estrecho con las suyas.

—No quiero renunciar a este sentimiento.

Nuestros ojos se conectaron nuevamente.

—¿Me permitirías intentarlo?

—Yo...

Estaba a punto de rechazarla, pero ver su rostro nervioso por mi respuesta. No lo se, es algo difícil de explicar.

Pero yo no pude decir que no.

—Está bien, no hay problema.

Esas simples palabras fueron suficientes para que Moonbyul desbordara una felicidad enorme.

—¡Gracias!

Dijo con completa felicidad.

Sólo bastaron esas palabras para aquella chica rubia brillará otra vez.

¿Por qué no me negué?

Esta niña...

Es realmente egoísta.