Capítulo 1~ Mañana amorosa

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Desperte entre las cuatro paredes grises de mi habitación,y rapidamente mi mente voló al recuerdo de sus besos,al recuerdo de ese hombre que conseguía atormentar mi tranquilidad y ponerme patas arriba el mundo por completo. Miré a través de la ventana,hacía un dia maravillosamente explendido,el sol refulgía en el azul cielo,el verde de los arboles brillaban,y una brisa ligera mecia aquel paisaje primaveral. Cogi mi telefono movil y le envie un mensaje de buenos dias a ese hombre que era dueño de cada milimetro de mi "yo",su rapida respuesta me hizo sonreir como una gran idiota. Estaba enamorada.Perdida e irrebocablemente enamorada.

Me meti en la ducha bajo la promesa de que estaria preparada para cuando el llegase,deje que el agua caliente bañase mi cuerpo y me despertase un poco,ya que apenas habia dormido un par de horas. El agua inundo cada poro de mi piel,comence a jabonarme todo el cuerpo y limpiarme el pelo meticulosamente hasta satisfacerme de su suficiente suavidad. Coji mi albornoz blanco y me hundi en su suavidad,y en su abrazo,para asi secar mi piel y comenzar a prepararme,di forma a mis rizos marrones con la espuma,me fui vistiendo lentamente mientras mi movil reproducia una bonita cancion,por ultimo me sente junto a mi madre a desayunar.

Mi madre no es una mujer facil o agradable siempre,pero eso solo lo sabemos quienes vivimos con ella muchas horas del dia,para los de fuera de casa tiene otro lado mas tranquilo y comprensivo.

Removía el colacado de mi taza pensando en la piel de aquel hombre tan irremediablemente utopico,que me traia la cabeza loca desde hacia mucho tiempo atras,absorta en el pebsamiento de su suma perfeccion termine mi desayuno. Ayude a mi madre con un par de cosas que llevaria por la noche a la cena familiar,a la que yo no acudiria y de lo cual me alegraba no ir.

A las doce y pico senti el ruido del motor del coche de mi hombre aparcando,acabe lo que estaba haciendo y el perro comenzo a ladrar,mire por la ventana y alli estaba el.

Con una camiseta de manga corta azul y unos pantalones negros cortos y unas playeras. Guapísimo. Como de costumbre.

Salí para saludarle y me calcé mis playeras,cogi una sudadera roja de Converse vieja y fuimos al coche.

Nos subimos,nos abrochamos el cinturon y pusimos rumbo al parque donde se celebraba la barbacoa que habian organizado dos amigos para celebrar su cumpleaños.

Me encanta verle cuando conduce,esta concentrado,tranquilo y relajado,haciendo ver que le gusta conducir,y asi puedo mirarle con total libertad,repaso cada centimetro de su piel,tanto,que seria capaz de cerrar los ojos y reproducir con detalle cada poro de su piel,cada arruga,cada lunar de ella...

Llegamos alli,habia unos cuantos amigos ya alli,aparcamos,solte mi cinturon rapidamente y lo abrace fuertemente,disfrutando de su olor,del tacto de su piel,sintiendo su cuerpo bajo mi cuerpo,y sonriendo por el simple hecho de tenerle entre mis brazos.

Aunque parezca mentira,el mas minimo detalle,la mas minuscula tonteria,si procede de el,ya me hace feliz.

Sus abrazos,aunque mucha gente piense que es un simple abrazo sin mas,para mi no lo es,para mi es un momento unico que disfrutar,es una muestra de afecto,es un trocito de amor,para mi un abrazo suyo implica demasiadas cosas que me hacen feliz.

Con sus besos me ocurre lo mismo,me gusta deleitarme con ellos,recrearme en su sabor y en su tacto,fundirme en sus llamas,para mi sus besos son el motor de mi sonrisa.

Bajamos del coche despues de un par de besos y fuimos hacia el maletero para hacer acopio de bebida,no nos vayamos a deshidratar,dejando ya el sarcasmo de lado,fuimos con la bebida hacia las mesas del parque donde estaban los demas.

Me dio un red bull y la verdad esque se lo agradeci de corazon,aun no habia despertado del todo,pese al colacado y al cafe,me vino muy bien.

Charlamos un poco alli,y fue a por una esterilla al coche para tumbarse en el prado,a mi aun me da bastante verguenza estar con sus amigos,pero supongo que es natural,asique no me separo mucho de el nunca que estamos reunidos,vino de nuevo y la extendio a la sombra sobre la hierba.

Hacía un calor asfixiante,y ya que la noche anterior nos habiamos ido a dormir a las 5 de la mañana,estabamos exahustos,nos tumbamos juntos en la esterilla,nos abramos y dimos besitos. Esa era el tipo de sitiacion que tanto adoro yo. Pasar tiempo a su lado simplemente asi sin mas,para mi ya es algo verdaderamente unico y especial.

Para mi,el es mucho mas que un hombre,para mi,el es el motor de mi sonrisa,el centro de mi mundo,quien hace que mi corazon se quede mudo,quien me quema con sus besos,me derrite entre sus fuertes brazos y me proteje de cualquier cosa,para mi su regazo implica una sensacion de hogar,de calidez,un sitio donde nunca me podrian dañar,para mi,el es armonia cuando busco calma,la locura que necesitan mis dias,la felicidad que dibujan mis labios,mi mejor amigo,el guardian de mis mayores secretos y a la vez mi mas grande deseo...para mi,el,es la pieza que faltaba,ese sentido que no hayaba,y sin el,no quiero nada.

Se levanto de mi lado y fue a beber algo y hablar con sus amigos,yo me quede alli tumbada leyendo un libro bajo la sombra del arbol,pero mas que leer pensaba en su piel,incluso estando a mi lado no paraba de pensar en el,es la obsesion de mis malditas y refunfuñonas neuronas,que parecen que saltan de un lado a otro con imagenes de él y gritando con vicecillas chillonas su nombre.

A veces se acercaba para incordiar mi interesante lectura,o para darme un beso,o simplemente para intentar picharme con un palo y acabar haciendose daño el.

Sus niñerias me enamoran,es un hombre enorme,pero a la vez peor que un niño,pero siempre sabe como hacerme reir,o cuando me pasa algo o estoy enfadada,simplemente a veces hace el tonto creo que para ver mi sonrisa,es divertido e infantil,pero es maduro e inteligente a la vez,con lo cual no deja de fascinarme nunca.

Decidí levantarme de allí,ya comenzaba a dolerme el culo y los bichos se habian ensañado conmigo lo suficiente por toda la primavera,trate de sacudirme la ropa lo mejor posible y eché una rapida ojeada para ver donde se hayaba mi novio.

No me descubrio encontrarle con Cristian y con Benji,los cuales eran sus mejores amigos,ambos me caian estupendamente,aunque Benji no se porque me hace mas gracia.

Fuí hasta donde estaba y lo abracé,a veces me da cosa abrazarle cuando esta con gente,por el simple hecho de que no quiero molestar ni ser empalagosa,tambien por si rechaza mi abrazo,no sabria que hacer y me moriria de vergüenza.Se inclino y me dio un beso casto.

Es un hombre muy alto,y yo tan solo mido 1'65,asique si quiero besarle tiene que inclinarse porque no alcanzo ni de puntillas a sus labios. Me agrada que sea tan grande,es como un osito de peluche grandote solo para mi,y me hace sentir siempre a salvo y protejida,y sobre todo,me hace sentirme en mi hogar entre sus fuertes brazos,como si fuese una niña pequeña,pero a veces parece que él es el niño pequeño que necesita de mis brazos para sentirse protejido y como en casa,y eso realmente me enternece el corazón.

Estubimos por ahí pululando mientras Cristian y Benji preparaban la barbacoa,con el calor que hacia no podia parar cerca de la barbacoa y me fui bajo la sombra del arbol con los demas y asi tomar algo. Pronto vino mas gente,que yo no conocía salvo a Miguel Angel el primo de Ana,una de las que celebraba su cumpleaños,el otro era Benji,lo hbia conocido de casualidad en el garaje de Cristian una noche que nos reunimos alli todos.

Me puse a jugar a las cartas con Miguel Angel y con otros mas de los que no conocía,me lo estaba pasando genial jugando con ellos,la verdad es que eran muy divertidos todos y estaba disfrutando muchisimo de aquel dia,pero tenía hambre de los labios de mi utópico Luis Enrique.

No tarde en salir de aquella partida e ir donde estaba mi novio para darle un besito y abrazarle,el sol me estaba friendo las neuronas y el poquisimo alcohol que habia ingerido me estaba haciendo daño en el estomago.

No tenía muchas ganas de comer nada,para ser realista esque no me gusta la comida de barbacoa,solo como costillas y lomo,y eso es lo que comi a parte de un trozo de tortilla que había hecho la madre de Benji,estaba riquisima la verdad,pero el sueño ya estaba causando estragos a mi cuerpo,apens me tenía en pie,me comi un trozo de tarta y fui a tumbrame a la esterilla acompañada de Luisen (como todos llamaban a mi novio,un apodo de Luis Enrique)

Nos tumbamos de costado mirandonos,me gusta cuando duerme contemplarle,su rostro esta tranquilo y su cuerpo relajado y nada tenso,ronca un poquito pero me hace gracia

Sábanas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora