Capítulo 11~ Pesadilla.1/2

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La oscuridad lo inundaba todo,traté de ver donde estaba,pero apenas logré ver lo que eran los adoquines de una antigüa calle,dos farolas con una tenue luz anaranjada y unos edificios antiquísimos de color blanco.

Oí un jadeo tras de mí,empecé a andar más rápido,pero notaba como iba ganando terreno y se acercaba a mi,escuchaba su corazón latir,fuerte y pesadamente,un nudo en la garganta me ahogaba y las lágrimas salían de mis ojos,corría todo lo rápido que podía pero parecía ser inútil.

El paisaje no cambió un ápice en mi huída,buscaba con los ojos una salida,intenté gritar pero no podía,el miedo me había hecho enmudecer y comenzaba a sentir la fatiga y el cansancio,como mis piernas flaqueaban y como aquel par de pasos jadeante,con un pesado corazón estaban a punto de atraparme.

Estaba confusa y desorientada.

¿Esto es el final?

¿Se acabó?

¿Y todos a los que quiero...?

Adiós,es lo único bueno que se me ocurrió pensar,y comencé a bajar el ritmo de mi carrera hasta casi pararme,y allí bajo la luna plateada,esperé...

No se bien que esperaba,pero lo hice.

Justo cuando aquella oscuridad empezaba a sumirse de nuevo y aquello estaba a punto de rozarme,la luz que se filtraba por la ventana me hizo darme cuenta que era un sueño,horrible sueño,y miré hacia adelante y vi que aquella ligera luz iluminaba un hermoso rostro,tan familiar como el propio Sol.

Mi corazón agitado encontró la calma al ver que no estaba a solas con aquella tan real pesadilla,que no estaba desamparada,y me reconfortó notar el calor que emanaba su cuerpo y sus brazos en torno a mí,me relajé y queriendo que no fuese otro sueño pasé mis dedos acariciando su rostro,primero su mandíbula,después sus mejillas rojas,y su preciosa nariz,sus finos párpados,sus largas pestañas,sus cejas despeinadas y su frente libre de cualquier arruga de preocupación,necesitaba empaparme de él para borrar esa amarga pesadilla,que me había dejado la sensación de un profundo vacío en mi interior.

Sábanas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora