Capítulo 19~ Trenta y uno.

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Su cuerpo estaba a mi lado tumbado,sentía su calor,su olor contra mi piel,su respiración contra mi nuca,miraba el armario contra el que estaba pegada la cama,a pesar de estar todo oscuro,soy capaz de ver bien,el merrón del armario con las rayas en marrón mas oscuro imitando madera,el color amarillo claro de las paredes,la almohada blanca.

No moví un sólo músculo,no quería despertarle,me sentía rara durmiendo con él,me giré lentamente y le miré,estaba dormido,con los ojos cerrados y la boca entreabierta,me deshice de su brazo y salí al balcón a tomar aire.

El balcón es el único lugar donde puedo pensar con claridad y refugiarme en el,tenía dudas y preguntas,estaba inquieta y no podía dormir,como suplicándole a la Luna la miré un buen rato,cuando el frío viento me helaba los pies entré de nuevo a la habitación,seguía igual que cuando salí,pero antes de volver a meterme en la cama me senté a los pies de ella a contemplar como dormía,tenía cuatro pelos contra la frente,con uno de los brazos en el lugar donde yo estaba y roncaba ligeramente,y al mirarle todas aquellas dudas que me comian por dentro se fueron,pero aún así me seguía dando miedo esta nueva situación.

El no era como los demás,no podía permitirme hacerle daño,y seguía pensando que cuanto mas se alejase de mí,menos daño podría hacerle,y aunque tuviese que arrancarme el corazón,por no hacerle daño alguno lo haría mil veces,pero es testarudo y no iba a rendirse,yo soy fuerte, ¿Pero cómo se puede ser fuerte contra tu único punto débil?,simplemente no se puede,eres capaz de darlo todo por esa persona,por querer su bien por encima del tuyo propio,por que su estado de ánimo afecte directamente al tuyo,y claro que le amo,con toda mi alma,y aunque me pudiese arrancar el corazón de nuevo,nunca podría dejar de quererle,porque es algo que no esta solo en el corazón,él es yo.

Me tumbé a su lado y rocé su mejilla,entreabrió los ojos,y me sonrió con esa sonrisa tan especial que solo tiene él,y sabía que no podía alejarle de mí,que correría el riesgo de poder hacerle daño,que le daría cada día lo mejor de mi,y que le entregaria a él cada milímetro de lo que implica mi persona,al ver sus ojos en medio de la oscuridad y sentir un beso leve en los labios,supe que por el cambiaría,que es la única persona que me puede achantar y me puede engrandecer a la vez,porque no hay más paraiso que el de sus ojos,ni más infierno que el de su ausencia y su mutismo.

Cerré los ojos y me giré,una lágrima se escurrió por mis ojos,no estaba triste,estaba dándole de alguna manera las gracias a lo que sea por haberle creado,por haber hecho un hombre tan bueno y maravilloso,una persona a la que admirar,amar y respetar,por haber creado una persona digna de mi amor y mi fidelidad,una persona que fuese ese pieza que creí perdida durante tantos años,que ya dudaba de su existencia,en el último momento apareció y encajó tan perfectamente,que me dio miedo completar el puzzle.

Después de tanto tiempo de ese,cada noche antes de dormir recuerdo sus ojos,el calor de su cuerpo a mi lado,sus brazos aferrándome,y sus besos en el pelo.

No hay un par de hueyas solas en la arena,y aunque las borre la marea,en los pies queda el recuerdo.

LEGF…∞

Sábanas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora