Capítulo 12~ Pesadilla.2/2

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Volví a la cama después de despedirme de mi amor,me tumbé y me tapé,pero me sentía fría,sóla y vacía,mirando al reloj se pasaban lentos los minutos...

Las 6:30.

Las 6:33.

Las 6:36.

Por fín perdí la cuenta,pero Morfeo me asió entre sus beazos fuertemente de nuevo,y aunque me resistía no pude escapar del sueño,induciéndome en la misma oscuridad de hacía un rato.

La misma calle,las farolas con su ténue luz,los adoquines y los altos edificios antigüos,y aquella luna redonda de plata,que me miraba desde un cielo desolado de estrellas,pero esta vez no pensaba huir,no me movería,haría frente a mi temory aquel corazón sonoro volvió a entrar en escena,la oscuridad tapaba a su portador por completo,y de pronto todo pareció apagarse en cuanto se acercó lo suficientemente a mí.

Con dolor de cabeza abrí los ojos,estaba en otro sitio y no en la calle que recordaba,una ronca voz se dirigió a mí.

-Cada cual tiene lo que se merece,y tú,te mereces lo peor que te pueda ocurrir.

Todo seguía sumido en la oscuridad,el ambiente ahora era húmedo y con olor a empalagosas rosas,estaba encadenada a una pared con un frio suelo debajo. Prosiguió la ronca voz.

-Tú,que le dejaste solo,no moviste un dedo por él,no le ayudaste,y murió por tu culpa.-Gritando dijo- Tu le mataste,vive con ello.

Entre sollozos y angustia,perdida en esas palabras susurré- No se de quien me hablas,pero yo no he hecho nada...

-Él te necesitaba. No creo que hayas olvidado sus ojos negros y su sonrisa.-Hizo una pausa-Tu hermano.

No pude reprimir las lágrimas,y la sensación de culpabilidad y empecé a pensar en lo que quizá podría haber hecho y un nudo en la garganta me cortaba el aire,el corazón le tenía encojido y destrozado,lo suficiente para que me doliese cada vez que latía.

-Tendrías que haber sido tú,él era mejor que tú...Nadie te quiere,todos lo habrían sentido menos si hubieses sido tú.

Golpeé la pared con mis puños,que parecía inertes y un reguero de sangre corrió por mi piel cuando noté que me había cortado con una eslabón de la pesada cadena de hierro negro.

-No...-susurré.

-Sí,tú deberías haber ocupado su lugar y lo sabes,pero ahora te toca sufrir con ese peso toda tu vida,atada a él como lo estás a esas cadenas.

-Yo le quería,no fué mi culpa.

-Podrías haberlo evitado,podrías haberle preguntado y ayudado,pero eres egoísta y no tienes corazón y ahora él es ceniza por tu culpa.-Aquella voz tomó un tono dolido y dañino.- Enfréntate a tu destino,delante tuyo está su soga.

-No puedo...-lloré-yo quiero ver amanecer cada día,quiero a mi familia y no podría dejar de ver para siempre a mi amor. Eso es por lo que vivo,por él.

Pero mi grito no sirvió para nada.

-Estás sola y siempre lo estaras,¿acaso puedes evitar que tu madre preferiría que tú ocupases su lugar? ¿acaso si el amor se le acaba hacia ti puedes evitar que no te abandone? ¿puedes hacer que la noche no oculte al sol?

-No...

-Acaba con todo y haz lo que deberías haber hecho,esto no es para tí,tú no te mereces nada de lo que has tenido. Ahora coge la soga,y muere.

Mi mano titubeó y se acercó hasta la mesa,sobre la que se suspedía una soga de cuerda,la toqué,era áspera al tacto y no podía soportar la culpa,decír adiós era lo mejor,tendría que haber sido yo pensé inducida por aquellas palabras,pero al subirme a la mesa vi el destello del sol que se colaba por un pequeño ventanuco que había,derramé la última lágrima y esperando que todo así fuese más fácil,pase esa áspera liberación por mi cuello,la ajuste y salté de la mesa.

Oprimía mi cuello,cerré los ojos y esperé a que la oscuridad no volviese a ceder paso al sol,y recordé sus labios,sus besos,sus ojos,el amor de mi vida...

Y entre sollozos desperté de aquella pesadilla y al no verlo a mi lado como anteriormente en el sofá me angustié  y mi corazón apenado por aquel sueño no encontró las fuerzas para volver a sumirse en Morfeo,y vi el sol despuntar entre las nubes del día y supe,que todo era mentira,que disfrutaría y amaría,que aprovecharía cada segundo y que tomaría las decisiones que considerara adecuadas,que no era perfecta,pero todo lo que tengo al rededor me hace ser mejor que ayer.

Sábanas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora