SINOPSIS:
Sarah tiene toda la apariencia de chica normal de Beacon Hills, algo que claramente puede ponerse en duda.
Sonámbula por el bosque, algo la obliga a llegar siempre donde Derek Hale.
Por tanto, una vez atrapada en la red de problemas sobren...
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La biblioteca de la escuela estaba llena de estudiantes caminando por ahí.
Allison, consciente de que ya no podía encontrarse con Scott o Stiles por los pasillos de la escuela, pues su madre la vigilaba en la escuela y por las cámaras, optó por encontrarse con los chicos entre los estantes abarrotados en libros de la biblioteca.
Scott tomó el iPod que su novia puso en las estanterías como un libro, y leyó la información del Kanima que Lydia había conseguido traducir del bestiario.
―Es todo lo que Lydia tradujo, y créanme, se siente confundida ―les informó Allison.
―¿Qué le dijiste?
―Que somos parte de una comunidad virtual que combate criaturas míticas ―contestó ella con ligera diversión por su absurda mentira.
―Yo sí soy parte de una comunidad virtual que combate criaturas míticas ―mencionó Stiles con tierna sinceridad ante la incrédula mirada de ambos chicos, consiguiendo que la cazadora se sintiera algo mal.
―Bueno, si le quitaran eso de virtual, todos aquí somos una comunidad que combate criaturas míticas ―agregó Sarah haciendo una sorpresiva entrada en la conversación, y sorprendiendo al trío de adolescentes que se hallaba ahí.
A ninguno de los tres le pasó por inadvertido los moretones que relucían en el rostro de la muchacha, pese a sus tristes intentos de cubrirlos con maquillaje.
Un ligero acercamiento de parte de Stiles hizo que la morena negara y retrocediera un paso.
―Dejemos esa conversación para después, ¿sí? Ahora vamos a lo importante: el Kanima.
El castaño resopló por su nariz, accediendo de mala gana.
Él no necesitaba explicaciones para saber cómo Sarah había acabado con moretones por su rostro; conocía esa respuesta desde niño.
Clay Reynolds, su ser humano más odiado.
―¿Dice cómo encontrar a quién lo controla? ―preguntó Scott después de un incómodo silencio.
―¿Controlar? ―intervino Sarah confundida.
―Sí, hay alguien que está controlando al Kanima. Creemos que es quien está haciendo que asesine a personas ―explicó Scott, causando que ella fulminara al castaño con su mirada.
―No mencionaste nada sobre alguien que controla al Kanima cuando te llamé ―le reclamó Sarah.
―No mencionaste nada en tu llamada sobre eso ―le rebatió Stiles, indicando sus heridas con su mano, igual de molesto.
La morena soltó un disgustado resoplido en su dirección.
