CAPÍTULO 19.

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Sarah estaba encogida en su lugar. Sentada en las escaleras, se mantuvo alejada de todos con su mirada baja. 

Cuando Isaac ingresó en la estación y vio a la morena, unas ganas enormes de sentarse a su lado y comprobar que estuviese bien crecieron en él, eso hasta que Derek le siguió por detrás, haciéndolo girar para que se sentase lejos de la chica.

A mala gana, tuvo que obedecer hasta dar con el otro extremo de la estación. Incluso, no pudo ni siquiera hablarle puesto que, cuando pensó en intentarlo, la advertencia en los ojos del Alfa lo hizo detenerse en seco.

Y claro, todo eso con dos especiales espectadores como Boyd y  Erica, quienes habían escuchado y olfateado todo desde allí.

―La luna llena se acerca. De ahora en adelante, los quiero a todos aquí para entrenar. Deben estar listos ―ordenó Derek a los chicos, quienes tras asentirle, se pusieron de pie para irse cada uno a su casa. Entonces, él volvió a hablar―. Sarah, tú vienes conmigo.

Caminando por un lado de ella, esperó que la morena le siguiera.

Entonces, Sarah viendo a Isaac por primera vez después del "incidente", notó cómo éste se había tensado, incluso más que antes.

Su mirada los estudiaba nervioso, pensando que por un momento Derek iba a entregarle la misma "charla amistosa" que a él en el callejón.

Luego de eso, Sarah, con una postura de conejito asustado, siguió al Alfa por detrás, no sin antes dedicarle una mirada de "adiós" al rubio que no consiguió tranquilizarlo.

Cuando la adolescente llegó afuera, descubrió al hombre subiéndose en su auto, entregándole una fastidiada mirada cuando notó como Sarah no le seguía por haberse quedado estupefacta.

―¿Quieres que te envíe una tarjeta de invitación para que subas, o qué?―inquirió de mala gana, causando una respuesta en Sarah.   

―No, no... ―contestó, subiéndose en el auto, a un costado de él. Derek tardó en encender el auto, y ella suspiró nerviosa―. ¿Hice algo malo?

El Alfa, sin responderle,  mantuvo su vista en el frente, y después de un largo rato de silencio, agregó lo que llevaba pensando toda la noche.

―Tienes que aprender a pelear ―decretó, sorprendiendo a Sarah.

―¿Por qué? ― preguntó ella, con el ceño fruncido.

―Porque te lo pido―zanjó Derek, sin ánimos de ser amable. Aquello obligó a la adolescente a bajar su mirada, aceptando. Rápidamente, cambió el tema―. ¿Por qué no pudiste cruzar la línea de serbal?

Sarah suspiró por la pregunta del Alfa, casi esperándosela desde que lo había visto luego de la fiesta.

Sus manos comenzaron a retorcerse, una mala costumbre que tenía cada que se encontraba nerviosa.

➊𝐅𝐫𝐚𝐠𝐢𝐥𝐞╢𝐓𝐄𝐄𝐍 𝐖𝐎𝐋𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora