Vita Sexualis [Parte 2]

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Llegó el día del festival del templo Hiwaka. En la tarde, Kotarou estaba esperando en un barrio conocido y cerca del festival a Akane. Mientras esperaba, estaba viendo los anteriores mensajes de ella.

—Ya llegué. —Dice Akane acercándose a él.

Kotarou voltea a verla, y estaba... Hermosa. Se quedó sin palabras. Estaba vestida con un Kimono rosado con dibujos de flores, y acompañada por geta (chinelas de madera). Este se sorprende, admira todo el vestido que lleva Akane, hasta el punto que se sonroja.

—Le dije a mi madre que iría al festival y me dejó ponerme esto. —Ambos estaban en silencio, y Kotarou apreciaba el vestido de ella. — ¿Qué opinas?

—Te ves genial.

—Gracias. —Esta sonríe algo tímida y se sonroja.

Kotarou y Akane empezaron su camino. Ambos iban a unas tiendas comerciales que hay en los barrios antes de pasar por el festival. Son tantas cosas que Kotarou no sabe que regalarle a Akane, pero ella es alguien que no le gustan mucho los detalles. Solo con la presencia de Kotarou, le satisface sentimentalmente.

—Hay muchas papas. —Menciona Akane.

—Kawagoe es famosa por ella. —Dice Kotarou.

—Cierto. —Luego, ella empieza a comer una papa de dos bocados. —Qué rica.

—En mi casa hay siempre.

—Qué suerte.

—Solía odiarlas, son de viejos. Pero ahora me gustan.

Mientras estaban comiendo la papa, Akane encontró en una tienda otro muñeco anti estrés igual al suyo. Parecía algo caro, pero no lo es, costaba unos 380 Yenes. Ella mencionaba que tiene uno de esos y que era blando y lindo. Kotarou lo aprecia, lo empieza a tocar y al parecer ella tenía razón. Este piensa en comprarlo, pero lo decía entre bromas y chistes con ella. Ambos siguen comprando en más tiendas y cada vez son más lindas. Y más si son cosas de estilo japonés.

Por un momento en la tienda se detienen. Akane ve unos muñequitos de diferentes colores que predicen tu futuro. Y no cuestan casi nada. Por lo menos entre 5 y 12 yenes.

— ¿Cuándo es tu cumpleaños? —Pregunta Akane.

—El 7 de agosto.

— ¡Ya pasó! —Dice Akane algo alterada. — ¿Por qué?

— ¿Qué con eso?

—Deberías habérmelo dicho. —Al parecer la cara de Akane no tenía una sonrisa de felicidad. Sino más bien se mostraba algo decepcionada y triste a la vez. —No lo sabía. No hicimos nada para celebrarlo.

—Está bien.

—No lo es.

—Nunca lo celebré porque siempre era en vacaciones.

Akane estaba algo infeliz. Hasta que...

—Llamaré de nuevo a casa.

— ¿A casa?

Kotarou no entendía lo que pasaba. Akane se dirige a una tienda de productos para celulares, accesorios, y demás. Encuentra una sección "fundas para el celular estilo japonés". Eran bonitas, pero a Akane lo que le faltaba era dinero. Se va a la tienda del principio donde encontraba los muñequitos anti estrés. Kotarou estaba esperándola por unos minutos mientras ella buscaba algo.

—Regresé.

— ¿Terminaste? —Preguntaba Kotarou.

Akane estaba algo tímida y se sonrojaba de vergüenza mientras agarraba su carterita artesanal. Dentro de ella estaba una bolsita rosada. Al parecer, Akane no quería que este viera el contenido.

Tsuki Ga Kirei (La Luna es Hermosa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora