Capítulo 3

29 5 2
                                    

Me encuentro caminando por un jardín lleno de flores preciosas, la mayoría de estás son Smeraldo. Siento como el aire me acaricia y sonrío ante agradable tacto. Veo una fuente a unos diez metros de mí y corro hacia esta para poder beber un poco. Fresca y limpia. Buenísima.

Oigo unos golpes a lo lejos, pero no le doy importancia. Sigo caminando libremente por el jardín. Estiro mi brazo hacia arriba mirando el precioso cielo azul como si lo pudiera tocar, pero tropiezo con una piedra y caigo al suelo.

Ahí es cuando me despierto.

Estoy en el suelo de mi habitación. Ha sido todo un sueño... Un sueño del que quisiera no despertar nunca.

- ¡ABRE LA MALDITA PUERTA DE UNA VEZ MALDITO MOCOSO! – Oh no...

Me acerco a la puerta, quito el pestillo y la abro. Lo tengo en frente mirándome con dureza.

- Lo... lo siento... Estaba demasiado dormido y... y no te había... escuchado. – Digo con miedo a que me haga algo. Respira hondo e intenta relajarse.

- Mira, porque tengo que salir por un asunto importante, sino te hubieses enterado ya. – Se da la vuelta y empieza a caminar hacia su habitación mientras sigue hablando. – Limpia la casa. La quiero impecable. – Vuelve hasta quedar en frente mío ahora con su chaqueta puesta. – Se quedará una larga temporada el hijo de un amigo. Los que vinieron hace unas semanas. – Vuelve a darse la vuelta, esta vez yendo al comedor. – Su habitación ahora será la tuya. Tú dormirás en el sótano.

- ¿Por... por qué? – Digo sorprendido. – ¿No podemos dormir... los dos en la misma habitación? Ha... hay dos camas. – Se da la vuelta y me mira amenazador.

- ¡Porque él es el invitado y tú solo eres un maldito mocoso inservible al que me encantaría darle de patadas y puñetazos ahora mismo! – Me da un empujón hasta caer al suelo. – Tienes suerte de que no tenga tiempo. Haz lo que te he dicho. – Acto seguido se va dando un portazo.

Ojalá no hubiera despertado de ese maravilloso sueño...



- Ya voy, ya voy. – Abro la puerta y me encuentro al chico de la última vez al que no presté ninguna atención a nada. Viene con una maleta grande y una mochila también grande. La primera y última vez que lo vi, no recuerdo que tuviera el pelo rubio, casi blanco.

- Hola, me llamo Min Yoon Gi. Un placer...

- Jimin, Park Jimin. – Me extiende la mano y le correspondo.

Dejo que pase. Le digo que deje las cosas en el comedor y empiezo a enseñarle la casa. No hay mucho que enseñar, ya que es pequeña pero igualmente le hago un pequeño tour.

- Y este es mi cuarto. Aquí es donde dormirás.

- Oh bien. Entonces compartiremos cuarto. – Sonríe. Me pongo serio.

- No. Yo dormiré en otro sitio. – Me mira extrañado.

- ¿En otro sitio? ¿Dónde? Por lo que me has enseñado no hay otra habitación. ¿Dormirás con tu padre acaso?

- No. – Muevo la cabeza. – Pero, no importa donde yo duerma. – Hay unos segundos de silencio. - ¿Por qué no traes tus cosas y así te instalas ya? He vaciado mi armario y mis cajones para que puedas poner tus cosas. Yo iré haciendo la cena.

- Está bien. – No suena muy convencido pero igualmente hace lo que le he dicho.

SAVE ME (YOONMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora