Capítulo 9

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-Tienes que echarle el anzuelo y hacer que pique -su madre la miró y luego volvió

a clavar los ojos en la prenda que estaba haciendo a ganchillo.

-Exacto -dijo Frannie mientras le limpiaba la barbilla a su hijo.

-Dios mío, Nora, ¿cómo es posible que, teniendo la edad que tienes, aún no sepas

nada de estas cosas? -se quejó Jenny, sujetando a su hija sobre el hombro para que

eructase.

Nora miró a su familia. Su madre, Rose, estaba sentada en un sillón de oreja

haciendo ganchillo. Frannie y Jenny estaban ocupadas con sus hijos; pero, al parecer,

les sobraba tiempo para darle los consejos que tan convencidas estaban de que ella

necesitaba.

La casa donde se había criado no había cambiado mucho con los años.

Por supuesto, el mobiliario era nuevo y se habían cambiado las moquetas un par

de veces. Aún echaban de menos a su padre, que había fallecido hacía cinco años. Sin

embargo, seguía siendo la acogedora casa victoriana de siempre a la que iba una vez

cada dos semanas para que la martirizaran.

Durante la última media hora, el tópico de la discusión había sido su relación, o

falta de ella, con Mike Fallón. Al parecer, todo el mundo estaba hablando de ella y

Mike. En realidad, no la sorprendía. En Tesoro no pasaban muchas cosas; por eso,

cualquier noticia era casi motivo de carnaval. Como ella había pasado tanto tiempo en

el rancho de Mike durante las últimas semanas, todo el mundo hablaba de ello.

-¿Qué es lo que hay que saber? -preguntó Nora a su familia.

Sus hermanas y su madre se echaron a reír.

Apretando los dientes, Nora adoptó una actitud defensiva.

-No me gustan las artimañas ni las manipulaciones ni los juegos. Los hombres y

las mujeres deberían ser honestos en sus relaciones.

-Vaya, ha hablado la soltera -murmuró Frannie.

-La sabiduría de la diosa virgen -Jenny alzó los ojos al techo y felicitó a su hija

cuando esta eructó.

Nora siguió apretando los dientes, pero antes de poder decir nada, lo hizo su

madre.

-Vamos, chicas, callad ya. Nora, cariño, todo depende de las personas y de las

situaciones; lo que en unos casos funciona, en otros no -su madre, de suaves cabellos

rubios canosos, dejó el ganchillo y la miró-.

Siempre has sido muy honesta, Nora, así que no veo razón para que cambies

ahora.

-Gracias, mamá -dijo ella, lanzando una significativa mirada a sus hermanas.

-Pero la honestidad no es siempre la mejor estrategia a la hora de tratar con un

hombre -añadió Rose rápidamente.

-Amén -murmuró Frannie.

Su madre la ignoró y continuó mirando a Nora.

-Presta atención a lo que voy a decir, cariño.

Bésame +++ TERMINADA +++Donde viven las historias. Descúbrelo ahora