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-Lo siento señorita, pero esto no es suficiente.

Me mordí la lengua para no soltar algún insulto. La tarde que el amigo de mi hermano cuido de mi, me había ayudado a ampliar mi vocabulario de malas palabras, ahora sabia mas que solo; diablos, o maldita sea.

-¿A que se refiere con que no es suficiente? Saque un nueve.-Dije señalando la calificación que con tanto esfuerzo me había costado conseguir.

-Puedo verlo, pero para ingresar a esta Universidad es necesario un mínimo de nueve punto nueve.-Mi mandíbula se desencajo.

Me había costado un año de gran esfuerzo y sacrificio sacar un nueve. Y ahora me salen con que necesito mas que eso.

Pues saben que, se puede ir mucho a la mierda esta Universidad.

Que bien se siente decirlo.

-De acuerdo, gracias-Hice una reverencia y salí de la oficina de aquel anciano.

Solté un suspiro y me prometí que, para el próximo año sacaría un diez en lugar de un maldito nueve, y vendría a esta Universidad solo para restregárselo en la cara.

...

Al llegar a casa lo primero con lo que me tope fue con la mirada fulminante de mi madre. Maldije internamente. Seguramente ya se dio cuenta del gran desastre que ocasione en la cocina, o que averié una vez mas el tostador, o de que por obra del destino la puerta de mi habitación ahora se encuentra partida por la mitad.

En mi defensa, estaba medio dormida cuando eso ocurrió, por lo que no tuve extremo cuidado. 

-Nahee estas castigada, entra a tu habitación-Ordeno con el rostro rojo de la ira.

-Pero mamá-Susurre.

-Pero nada Nahee, tengo una cena importante y tu sales con tus cosas-Me tomo por el brazo y me obligo a caminar hacia las escaleras.

Caí cuando di el primer paso.

Un sonido de frustración salio de la boca de mi madre cuando me vio en el suelo. 

No fui capas de alzar la mirada cuando se acercó a mi y me levanto por el brazo. Sus uñas se encajaron en mi piel pero no dije nada, no queria aumentar su furia.

Me levanto de un jalón y casi a rastras me llevo a mi habitacion.

-Quedate hay si no quieres que te made a un maldito internado.-Se dio la vuelta y se marcho.

Me deje caer en mi cama soltando un suspiro. Estire mi mano para tomar mis auriculares de mi mesita de noche, y entonces esta callo al suelo en un golpe seco, y el grito de mi madre resonó en toda la casa.

O mierda.

...

Yoongi se debatió internamente si adentrarse en aquella enorme casa o dar una media vuelta y partir de vuelta a su apartamento.

Su amigo Jimin lo había llamada hace no mas de diez minutos, tenia que cuidar de nuevo a la torpe de Nahee, pues la familia Park tenia una cena importante con un montón de empresarios. 

-Al fin llegas-Le dijo su amigo apenas abrió la puerta. Entonces Yoongi se dio cuenta que ya no había escapatoria.-Estaba por ir a buscarte-informo haciéndose a un lado para que su amigo pudiera entrar.

-¿A que hora regresas?-Pregunta observando el desastre en la sala.

-Yo vuelvo a las once, mamá se quedara hasta que todos se vallan-Le dijo mientras se colocaba el saco.

-Jimin-Pronuncio una voz conocida.-Se me callo la comida encima-Dijo avergonzada.

La observo con atención, recordando la primera vez que la vio, completamente llena de lodo, solo que esta vez estaba llena de una sustancia amarilla, que reconoció como puré de papa y empapada de pies a cabeza, pero eso no fue lo que llamo su atención, sino la marca roja con toques morados que se encontraba en su mejilla, cerca de su ojos derecho, gracias a la palidez de la chica era imposible que la marca pasara desapercibida, y mas cuando comenzaba a tornarse de negro.

Shit! - YoonGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora