Mi último día en Santiago, Nuevo dia en la CDMX

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Alex: —¡Ailén! Ya despierta, nuestro vuelo sale en 5 horas, Ailén... ¡AILÉN! — Alex lleva un buen rato gritándome que despierte, estuvimos 3 días desvelándonos juntas para empacar nuestras cosas, tengo sueño y lo único que quiero hacer es nada.

Ailén: —Mmh, no quiero— Dije medio adormilada y tapándome con las sábanas.
Alex: — Mas te vale despertar o te tiro una cubeta con hielos encima. — Me amenazó medio en broma medio en serio y yo solo suspiré.
Ailén: —Está bien.

Me levanté con demasiada flojera y me dirigí a la maleta, tomé lo primero que vi de ropa, caminé hacia el baño y me tomé una larga ducha. Terminé de arreglarme frente al espejo con una blusa y unos jeans, un poco de crema, y rímel, en seguida fui directo a la cocina y me encontré a Alex desayunando un café.

Alex: —Miren quien ha despertado ya, incluso estás arreglada.
Ailén: —Déjame, soy una vaga que no está acostumbrada a levantarse a las 8 de la mañana. — Alex echó una pequeña carcajada.

Alex: —¿Qué es lo primero que quieres hacer al llegar a México?

Ailén: —Hmm, la verdad no sé, ya veremos cuando lleguemos.

Terminamos de guardar nuestras cosas restantes, para salir del departamento y yo de despedirme de Santiago. Es una ciudad importante para mí, aquí crecí y cumplí bastantes sueños que tenía desde pequeña y mi mejor amiga Alex siempre había estado ahí para apoyarme y yo a ella obviamente.

Flashback:

Mi papá había regresado de la escuela en la cual comenzaría estudiar dentro de 1 mes, me contó sobre un amigo suyo el cual inscribió a su hija en el mismo grupo que yo. Alejandra se llama la niña.

Cuando llegó el primer día de clases mi papá se encontró con el padre de Alejandra, ambos aprovecharon para presentarnos.

Adriano: —Ailén, ella es Alex, salúdala. — Con un poco de pena mientras me aferraba a la pierna de mi padre miré a Alex, era un poco más alta que yo, tiene unos ojos cafés demasiado grandes, podía notar que tenía mucho cabello, a puesto a que tiene mucho más que yo. Después de analizarla un poco me animé a saludarla.

Ailén: —Hola. Soy Ailén.

Alex: —Hola — Correspondió mi saludo con la misma timidez. —Yo soy Alex. — Ambas nos sonreímos, nuestros padres se encontraban concentrados hablando y nosotras no volvimos a dirigirnos palabra alguna.

Había llegado la hora del luch, yo me encontraba animada ya que comería la fruta que me mandaron acompañada con un poco de miel. Mi emoción era tanta que salí corriendo del salón, y por ello me caí a un lado del patio de la escuela, al instante escuché una carcajada sin vergüenza, giré mi cabeza y me encontré con Alex riéndose de mí, bajé mi mirada al instante por ello.

Alex: —No pongas esa cara, te caíste muy chistoso, ven, te ayudo — Se acercó a mí y me tendió su mano la cual tomé, ambas nos sonreímos cuando estuve de pie.

Estuvimos caminando juntas un rato, hasta que una idea traviesa vino a mi mente: metí mi pie entre el andar de Alex provocando que se cayera, comencé a reírme yo también, recreando la escena que ella hizo conmigo. Después de ayudarla a levantarse, ambas reímos.

Fin del flashback

Llamamos un Uber para que nos llevará al aeropuerto, en la radio iba sonando una canción que me encanta, "Amor con hielo" y sin dudar comencé a cantar.

Alex: —Aili. —Me dijo Alex sacándome del ritmo de la canción. —Recuerda que me debes $15

Ailén: —Ay Alex, te digo algo.

Una Nueva Aventura Con... ¿MORAT? |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora