¿El inicio de una decepción?

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Villamil nos encontrábamos en el auto para ir a casa, las cosas seguían tensas, nadie decía nada, el silencio era un poco opacado por Wake me up when september ends de Green Day junto con el constante golpeteo de los dedos de Villamil contra el volante al ritmo de la canción, yo me dediqué a ver el camino por la ventana para distraerme un poco de la situación

Al llegar a casa, tomé mi bolso para salir del auto y entrar a casa porque desde hace unos 10 minutos tengo ganas de hacer pis, pero la voz de Villamil me detuvo.

Villa: —Lo siento

Ailén: —¿Cómo?

Villa: —Te ofrezco una disculpa por tu actitud, después de que te fuiste con Alex me quedé pensando en todo lo que me dijo, y... dios, tiene toda la puta razón sobre las cosas

Ooh, créeme amigo, yo también he pensado lo mismo durante estos últimos años de mi vida

Villa: —Y por eso te ofrezco mis más sinceras disculpas, no debí de actuar así contigo, mucho menos pensar que estabas embarazada sin saber el porqué de tus actitudes

Ailén: —Disculpa aceptada, no me gustó estar peleada contigo

Villa: —A mí tampoco ¿Puedo hacerte una pregunta?

Ailén: —Dime

Villa: —¿A qué se refería Alex con lo de tu salud?

Ailén: —Me gustaría responderte pero en estos momentos estoy así de hacerme pis en tu carro — Dije haciéndole una seña con mis manos, él solo me miró y después yo salí disparada a la casa para hacer lo mío

Después de salir del baño, me encontré con la mamá de Villamil a un lado de la puerta

Ailén: —Oh, disculpe señora

Clemencia: —No me digas señora hija, ya te lo dije una vez

Ailén: —Bueno, Clemi —Así me había dicho que le dijera el día que nos conocimos.

Clemencia: —Mejor, oye, quiero hacerte una pregunta ¿Ocurrió algo entre mi hijo y tú? Han estado muy distanciados

Ailén: —Ah, no se preocupe, tuvimos un mal entendido, pero ya lo hemos solucionado, ya sabe, discusiones de pareja

Clemencia: —Está bien hija, solo tenía un poco de curiosidad, Juan Pablo en serio se pierde en ti cuando te mira — Su comentario me hizo sonrojarme —Y mira, no te estoy mintiendo, está allá, a la vuelta del pasillo — Intenté voltear discretamente, pero claramente vi cómo se escondió en la pared y ambas reímos. —Feliz año nuevo hija — Dijo extendiendo sus brazos y yo correspondí al instante

Ailén: —Feliz año nuevo clemi

Bueno te dejo porque tengo cosas que hacer

Ailén: —Claro, pase, pase. —Ambas reímos por la situación y yo me dirigí a la habitación que compartía con Villamil, al entrar lo vi sentado sobre la cama

Villa: —No sabía que te llevaras tan bien con mamá

Ailén: —Yo tampoco — Me miró y ambos esbozamos una sonrisa, después dio un par de palmadas en el lado libre de la cama, yo al instante accedí y me recosté sobre sus brazos

Villa: —¿Ya me vas a contar? —Suspiré con pesadez, pero al final es mi pareja, y una relación conlleva este tipo de situaciones.

Ailén: —¿Qué sabes de la menstruación?

Villa: —Pues que se desangran cada mes ahí abajo y que tienen dolores en su abdomen

Ailén: —Cuando yo estaba en preparatoria, mi periodo me llegaba cada dos o tres meses, una vez no me llegó en medio año. Creí que era normal, pero Alex lo descubrió, me llevó al ginecólogo y me dijeron que tenía un desbalance hormonal, no estaba produciendo suficientes estrógenos, estos se encargan de regular el ciclo menstrual

Una Nueva Aventura Con... ¿MORAT? |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora