Familia Villamil

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Sus cálidos labios se movían sobre los míos, el acariciaba mi cabello mientras que yo acariciaba su clavícula, pronto comenzamos a gemir ambos en el beso, y Villamil tomó el control, se encontraba sobre mi mordisqueando mis labios y después trazó un camino de besos hacia mi cuello y subió hasta mi oreja, lamiendo el lóbulo de esta, provocando que yo tapara mi boca para evitar que se escuchara mi gemido

Ailén: —Pa-para Villa — Dije suspirando —Aquí no, en serio — Tomé fuerzas de donde pude y lo empujé por los hombros alejándolo de mí y me encontré con un puchero sobre sus labios —Aquí no amor

Villa: —¿Por qué no?

Ailén: —No quiero que tus padres me oigan gemir

Villa: —Te ataré la boca para que no te escuchen

Ailén: —¿Qué?

Villa: —¿Qué?

Ailén: —Estás loco — Dije entre risas.

Villa: —Te dejaré libre por hoy, iré abajo, puedes acomodar tus cosas a tu gusto

Ailén: —¿Voy a quedarme contigo?

Villa: —Linda, no tenemos 15 años para que mis papás estén detrás de nosotros, podemos hacer lo que nos plazca, y eso incluye dormir juntos ¿Te incomoda? ¿Quieres que te lleve al cuarto de invitados?

Ailén: —Me quedo contigo — Dije un poco tímida, y mis cachetes se ruborizaron al ver la sonrisa de mi novio

Villa: —Eso creí, bueno, tómate tu tiempo — Salió de la habitación y me quedé acostada un rato hasta que sentí mi celular vibrar en el bolsillo de mi pantalón

Videollamada entrante de Dylan

Aceptar

Dylan: —¿En serio tengo que estar detrás de ti para que me hables?

Aylén: —No es intencional, te juro que Villamil acaba de dejarme sola

Dylan: —Claro, haré como que te creo. Cuéntame ¿Cómo te fue con su familia? ¿Ya los conociste?

Aylén: —Su papá y su hermana no dejaron de alagar mis ojos, y su mamá fue bastante amable, es demasiado linda

Dylan: —¿Y tus padres?

Ailén: —Tengo entendido que llegarán mañana

Dylan: —¿Nerviosa?

Ailén: —¿Yo? Mi mamá va a amar a Villamil, toda la vida le he hablado sobre él, papá es capaz de intimidarlo si quiere

Dylan: —Me gustaría ver eso, cuando se lo propone es realmente intimidante

Ailén: —¿Por qué lo dices?

Dylan: —La primera vez que te invité a ver una película al cine y fui a tu casa... me obligó a cargar dos garrafones de agua y cortar cebolla

Ailén: —¿Eso es intimidar?

Dylan: —No sabes con qué tipo de voz me habló y me miraba increíblemente feo, no entiendo como no me hice pipí ese día — Ambos reímos un poco

Ailén: —Tengo que dejarte, estaré aquí durante dos semanas, y quiero ordenar mis cosas

Dylan: —Alguien va a follar en la casa de sus suegros — Dijo en tono burlón y yo no pude evitar ponerme roja

Ailén: —Por supuesto que no lo haré, sé cómo controlar mis impulsos sexuales

Dylan: —Claro, y sabes controlar tus impulsos emocionales tomando en cuenta las ventajas y desventajas de cada una de tus decisiones

Ailén: —Deja de juzgarme

Una Nueva Aventura Con... ¿MORAT? |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora