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¿Cómo diablos le explico que me puse caliente al leer historias eróticas de nosotros?

Nunca creí tanto en la suerte. La respiración pausada de Hoseok era el único ruido presente en el cuarto. Confirmando que seguía en el mundo de los sueños quedé con un pensamiento fijo en el cerebro; Hobi no estaba para nada mal. Era alto, delgado, su pelo es hermoso y acariciable, tiene una sonrisa gigantesca que te hace sonreír inconscientemente, y es muy talentoso en todo. La curiosidad por acercármele es gigantesca. Total, solo es pararme frente a la cama y observarlo unos segundos. Nada puede salir mal en tan poco tiempo ¿cierto?

Con toda mi valentía di unos pasos hasta él, quien permanecía ajeno a todo sobre la cama en un estado de incomodidad inmensa. Su cara denotaba paz y sensualidad a la vez. Sin embargo, a la par dejaba una expresión de sufrimiento. Al bajar la mirada podía notar su garganta. Claro, desde que lo conocí no paro de mirarla, se hace inevitable al solo escuchar su voz salir. Creo que tengo un pequeño fetiche con ella, y es que se mueve tan exquisitamente de arriba a abajo o viceversa, con solo verla en acción produce en mí una sensación de querer lamerla. Pero no es posible, recuerdo que soy un Idol, que es mi compañero de grupo, mi Hyung, y que por supuesto es Heteroxual. Por otro lado, su pecho y más específico, sus clavículas están más al sur; ¿debería considerar que tengo problemas con el Parcialismo?

¡Oh diós Taehyung! No mires, No mires. Había olvidado el detalle de que al entrar el mayor tenía una erección. Al diablo, podría en tentación aunque sea solo por un día. Me atreví a mirarlo, aún sosteniendo mi mano frente a mi cara, viendo a través de mis dedos como si de una película de terror se tratase, pero claro que esta no le llega ni a los talones. Su miembro se marcaba firmemente en sus pantalones. Podía notar que se removía a causa de lo que estuviese soñando. Aun sin salir de mi ensoñación, inconscientemente, fuí y me subí a la cama. Por lo que antiguamente había escuchado y también comprobado cientos de veces. Hoseok duerme como roca. Ya ubicándome hasta estar a su lado ¿qué se suponía que debo de hacer?

Nerviosísimo, me aventuré a pasar mi mano derecha por su torso. Mientras que con la izquierda, cuidadosamente fuí subiendo a lo largo de sus muslos, vale que antes ya lo había tocado pero no tan profundamente, ni con tantas libertades como ahora. Es decir, tenía su cuerpo dormido a mi entera disposición. Mis mano añoraban juntarse, ahí cerca de su punto medio. Y claro que lo harían, ya no hay vuelta atrás. Llevé la mano que anteriormente se encontraba en su pecho a mi entepierna, no soy muy profecional en el tema de la masturbación, a pesar de mi edad, no solía hacerlo hasta hace un tiempo. Me digné a acariciar lentamente, se sentía bien. Me di el trabajo de subir cada vez más la mano que tenía en su muslo derecho al punto de rozar de una vez su extensión, trazando pequeños círculos con la punta de los dedos. Y ansioso por tan poco contacto, toqué con confianza su miembro. En los primeros instantes no había movimento alguno de mi mano y conforme a los segundos pasaban mis ganas aumentaban. ¿Quién era yo para negar el placer?

-Ahmg..- Soltó al sentir como apretaba nuevamente ahí. Me asusté claro, pero sabía, o más bien tenía la esperanza de que siguiera en su estado de sueño.

¿Que sería lo peor que podría pasar si me frotara un poco contra él?

A CURIOUS BOY; Vhope [태형] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora