T R E s

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Si él no se entera o se despierta todo seguirá estando fantástico.

A quién quiero engañar, si Hoseok me descubriera posiblemente me denunciaría por acoso y abuso físico, además de lograr que me echen del grupo para siempre. ¿Melodramático? Tal vez. ¿Obstinado? A más no poder. Por eso es que teniendo todo en contra, seguí con lo que estaba haciendo. En lo que toda mi estadía por la App Taehyung, en este caso yo, siempre se posicionaba sobre la cadera, y con cuidado intenté llevarlo a la realidad; pudiendo así sentir una extraña comezón en el vientre producto del toque de su intimidad y mi culo. Creo que nada iba tan mal, es decir, inclusive su falo se había puesto más duro, todo bonito hasta que sentí como se removía. El pánico tomo presa de mí y no supe que hacer. Quedé quieto como un roca, sin encontrar escapatoria alguna.

¡La puerta, la había dejado abierta! Por ahí podría escapar.

Apresuradamente dejé de repartir caricias por el cuerpo del rapero y casi volando intenté quitarme de encima. Viéndome impedido por unas manos sujetas a cada costado de mis caderas. Vale, Taehyung mantén la calma. No grites ni te desmayes que tú eres el violador. Las manos estaban fijas sin rastro de querer salirse, y yo no podía hacer nada contra eso. Tampoco podía llegar y decirle: "Hobi que gusto, yo solo estaba aquí tranquilamente masturbandonos para pasar la noche", no, claramente no podía. Al tercer intento relajó el agarre pero fue por mi movimiento al tratar de quitarme de ahí, que pasé a frotarme con presión contra su pelvis. Múltiples sentimientos salieron a flote, solo había estado perdiendo el tiempo como un insípido virgen del montón.

—Por favor deja de moverte Taehyung.

—Hola Hyung, ¿Qué tal? Yo solo estaba por aquí para ver si estabas bien.— Dije intentando salir de ahí por cuarta vez consecutiva.

—Ni lo creas pequeño. Así estoy muy a gusto. No te atrevas a moverte o tendré que aprisionar tus muñecas con algo a mi cama.— Lo miré con cara de espanto seguro, porque al verme soltó una carcajada.

—No te pongas nervioso, solo estoy bromeando Tae. Aunque si quieres no tengo problema.— Adjuntó con un guiño.

—Bueno hyung. Yo me iré a dormir a mi cuarto con Jimin.— Al mencionar eso noté como sus músculos se tensaron, haciéndome querer pasar la lengua por lo marcadas de sus manos.

—No. Tú te quedas acá, conmigo. Donde debes estar.— Definitivamente dejaré los dulces y quizás los fanfics, porque me sonrojé furiosamente al recordar una de esas llamativas historias donde sucedía algo parecido.

Sin esperar respuesta se adueñó de mi cuerpo, tirándome hacia abajo para quedar sobre su pecho y luego tomar mis caderas, como forma de que no me escape a medianoche creo yo. Él parecía estar cada vez más cerca de los brazos de Morfeo, su respiración a gran diferencia con la mía era pausada. Era una oportunidad para escurrirme y terminar con la cercanía que aceleraba mis latidos, con etéreos movimientos fuí quitando sus manos, pero fallé. Y por mi osadía al querer evitar lo dicho por sus labios, Hoseok bajó aún mas las manos que rodeaban mi espalda baja para posicionarlas directamente en mi parte trasera. Me sobresalté, pero lo disfruté cuanto pude.

Hay veces que no comprendía a este hombre. Podía pasar de estar feliz y tierno como un cachorrito a derrepente ser todo un lobo alfa de esos que no se resisten a sus instintos, pareciendo un Dios dedicado al sexo y a complacer a los de su especie. Al notar que de cualquier manera perdería ante él en segundos, atiné a relajarme. Disfrutando en silencio su agarre. En el momento en el cual estuve a punto de dormirme por completo puedo asegurar que escuché decir algo de mi hyung. Pero solo me dispuse a abrazar su pecho como si en realidad nada hubiese pasado y solo fuera el gran peluche de caballo que tengo en casa de mis padres desde hace tres años.

A CURIOUS BOY; Vhope [태형] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora