S I E T e

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Sin duda Taehyung no esperaba terminar acurrucado entre los brazos agenos del bailarín. Cada que lo pensaba el asunto se volvía más extraño, pero había sido su propósito desde el comienzo. La instancia quizás fue inhóspita por la aparición de semejante persona en su habitación con él tocando su cuerpo sin pudor, mas el resutado fue sublime. Sus cuerpos con descaro acariciándose entre sí con entusiasmo propio de amor encadenado sin razón.

Nada de lo ocurrido había estado mal, ambos eran adultos y ya sabían acoplarse a las consecuencias. Además, muchos lo esperaban en silencio, incluyéndolos. Así, con uno de los largos dedos de su mano libre recorría delineando cariñosamente el pecho en el cual se encontraba afirmado con una radiante sonrisa en los labios. Con sinceridad creía en el próspero futuro de esa particular relación, no obstante, la publicidad debía ser por regla entre cercanos y la empresa.

Hoseok, ese hyung recargado de felicidad que marcaba cautelosamente la diferencia de cariño entre sus conocidos dejaba a conciencia su amor por ese chiquillo revoltoso y de preciosa personalidad. Ya todos podían notar el lazo desde su acercamiento principiante. Y a segundos de abrir los ojos la corazonada de que todo estaría perfecto con su chico favorito, esa mañana querría repetirla cada día de su vida.

-¿Cómo haz amanecido Tae?- Preguntó con voz desgastada y una sonrisa que lo era todo.

-¡Genial! ¡Alegre! ¡Especial! Pero me duele algo poco la espalda baja.- Era un pecado reírse de su tierna expresión, pero lo último fue tentador. Era algo obvio que los dos terminarían sonrojados, la calentura había sido reducida y la parte racional estaba presente para recordar que ambos se debían explicaciones.

-Bueno... Te puedo ofrecer ¿algún calmante?- Seokjin tenía. Con un asentimiento el mayor se levantó olvidándose por compelto de su desnudez, recibiendo un gritillo de "Yo no vi nada hobi." Taehyung era muy vergonzoso en esos aspectos. Y él al encontrar si ropa interior atinó a colocarla en su cuerpo antes de traumar o terminar junto a su acompañante con una erección, no era su culpa sentir slgo de morbosidad y excitación al ser atentamente observado. Pero se lograba controlar en oportunidades así, digamos que Tae no era alguien disimulado y Hoseok no era tonto. Para librarse de culpa fue hasta el botiquín a por medicina para el dolor y con un vaso de agua lo entregó al que había sentido su amor la noche pasada.

-Hobi, quiero mimos. Por favor.- El rubio jugaba sucio. Una persona con ganas de toques sutiles y con solo cariño no se subiría en sus caderas. -¿Me negarás ese regalo? Fui bueno anoche Hobi.

El nombrado quería cavar un hoyo en la cama y desaparecer por su falta grave de autocontrol. Su cuerpo era inmune a sus pensamientos de solo tocarle el pelo si Taehyung se movía rozando du entrepierna. Como el mayor, era su deber mantener la situación estable; había que pensar en que solo eran las custro de la madrugada, sus colegas dormían, en unas horas tendrían ensayo de las nuevas coreografías, no sería un agrado para nadie encontrarlos en escena de sexo.

¡Al diablo todo! De forma involuntaria sus manos yacían sobre la curvatura del trasero contrario, masajeando y permitiendo un mayor contacto de sus formadas erecciones encubiertas. Hoseok tomó propiedad de su cuello, marcando áreas poco visibles como las zonas cercanas a los pesones de Tae. Pasando a rodear el derecho con la punta de la lengua, aprovechando el momento psra insertar dos dedos en la entrada dilatada que los recibía gustosa. Tener la capacidad especial de observar al hermoso muchacho pidiendo clemencia con la cabeza en alto y su miembro goteando minúsculas gotas de líquido preseminal, era para darle un espasmo encelado a cualquier individuo.

Dejando la preparación de lado, Jung se masturbó unos segundos antes de adentrarse en esa caliente apertura dispuesta a arrancar un orgasmo tras otro. Sentir lo apretado de sus paredes ers magnífico, una sensación indescriptible de placer que lo llevaba a maldecir entre gemidos con ganas de terminar con su agonía de una vez por todas, de llenarlo con su esencia que luchaba por salir.

Taehyung por su parte se dedicaba a atender a su olvidado pene con movimientos rápidos y unidireccionales que le acercaban al término. La calidez de su pecho y sus latidos aumentaban con pasión, amaba pasar tiempo de esa forma con aquel hombre. Bruscamente fue dado vuelta y besado de forma caliente, sin cuidado. La mano que lo sostenía se centró en estimular su miembro hasta que no dio más y terminó por correrse entre lloriqueos y temblores de todo el cuerpo. Inconscientemente aparentando los músculos que rodeaban el eje de su compañero, robándole un suspiro y las contracciones en los testículos que requería el orgasmo.

-Si seguimos así no me podré despegar de ti en ninguna oportunidad bebé.-La voz ronca erizó cada vello en su nuca e hizo dar un salto a su sensible pene. Besó largamente a su Hoseok y sintió su falo removerse aún estando dentro de él. No estaba nada de mal ir por la segunda ronda.

A CURIOUS BOY; Vhope [태형] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora