CAPÍTULO 5

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CAPÍTULO 5

Un desagradable olor a puro impregnaba la habitación y un par de palomitas revoloteaban alrededor de una, el Sargento Toscano y Dylan aguardaban de pie a que el General terminase de hablar por teléfono en su gran mesa de despacho en un idioma que no entendían, el General parecía algo alterado y de vez en cuando les echaba una mirada de resignación.
Los demás se quedaron esperando fuera y a cada segundo que pasaba el nerviosismo iba haciendo más acto de presencia entre ellos.
Con una última frase que no sonó nada agradable el General colgó el teléfono de muy mala gana.

- Perdónenme por esta situación incómoda, no he podido presentarme soy el General Shafin, dirijo el servicio de inteligencia y operaciones especiales y miembro del gabinete de crisis de este país. - dijo en tono orgulloso- Lamento decirles que la situación ha empeorado más rápido de lo que esperábamos y debido a eso sus órdenes han cambiado.

- ¿Cúales son nuestras órdenes ahora General? - preguntó el Sargento Toscano.

- Segun estaba planificado, desde esta base serían trasladados a Sharmel Sheik y desde ahí, otro grupo continuaría hasta Aswán. Como ya le he comentado la situación ha empeorado y ha estallado una guerra civil en Sharmel Sheik, y una unidad de reconocimiento ha quedado atrapada en Aswán. Ademas, mientras se dirigían hacia aquí, en su país se ha decretado el estado de excepción, debido a una escalada de violencia y disturbios, los servicios de seguridad y de sanidad están desbordados y posiblemente se decrete el estado de emergencia en unos días si la situación se agrava. - explicó el General Shafin.

Dylan empezó a sentir un pellizco en el estómago, su mujer estaba allí y sola.

- He hablado con sus superiores y usted,Sargento, debe regresar inmediatamente en un avión, que ya está preparado, acompañado de un soldado a su elección y los demás tendrán como misión ir en busca de nuestra unidad de reconocimiento y traerla de vuelta, saldrán mañana a primera hora en tres helicópteros, pueden retirarse- concluyó el General Shafin.

- A la orden General. - dijeron el Sargento Toscano y Dylan a la vez.

Se dieron la vuelta y Dylan comenzó a sentir un alivio ya que tenía una pequeña posibilidad de volver con su mujer y protegerla.

- Una última cosa caballeros- comenzó de nuevo el General y automáticamente se volvieron- tengo que darle la enhorabuena a Dylan, ya que me han comunicado también sus superiores que ha sido ascendido a Cabo, lo que le coloca al mando de los suyos en la misión. -terminó el General.

Esa noticia fue como un jarro de agua fría para Dylan y la pequeña esperanza que tenía se desvaneció como un castillo de naipes delante de un ventilador.

- Gracias General. - dijo Dylan entre dientes saliendo del despacho.

Hubo un silencio muy incómodo mientras cruzaban el pasillo del segundo piso y bajaban las escaleras para salir y reunirse con los demás. Todos se pusieron de pie al verlos esperando que les dijeran algo.

- A ver chicos- comenzó a hablar el Sargento Toscano- las cosas están así, al parecer en nuestro país también ha estallado una revolución y se ha decretado el estado excepción y no se descarta que se declare el estado de emergencia si la situación continúa o empeora. Han ordenado mi regreso inmediato, junto con uno de ustedes, y el resto se queda y su misión es la de ir a Aswán en busca de un equipo de reconocimiento que ha quedado atrapado allí ya que, en Sharmel Sheik ha empezado una guerra civil.

- Que suerte tienes Dylan que te vuelves a casa al ser el más antiguo- dijo Cortés mirando a Diego y riéndose.

- No Cortés, el que se va es Diego- contestó Dylan decaído- me han ascendido a Cabo y estaré al mando de la misión.

Diego se quedó con la boca abierta, no se lo creía, y le devolvió la mirada a Cortés acompañada de un corte de manga.

- Diego, coge tus cosas y en 5 minutos nos vemos en el hangar, el avión nos espera, al resto os acompañaran a unas habitaciones para que descanséis - dijo el Sargento Toscano.

- A la orden. - respondió Diego.

Todos cogieron sus equipos, se despidieron entre ellos y el mismo soldado que los recibió comenzó a guiarlos hasta donde descansarían.

- Diego- lo llamó Dylan que se separó del grupo.

- Dime, ¿qué pasa? - dijo Diego dándose la vuelta.

- Te quería pedir un favor, si la cosa empeora mucho , por favor Athenea…

- No te preocupes, me encargaré de que esté bien. - le interrumpió Diego.

- Gracias, te debo una. - contestó Dylan y se dieron la mano.

Se quedó allí, inmóvil, viendo como su amigo se alejaba y se subía en un avión militar que tenía los motores arrancados, esperando para despegar, cosa que hizo en el momento en el que embarcaron.
Seguía en el mismo sitio, el aparato estaba ya lejos, ahora le tocaba pensar o por lo menos intentarlo, en la misión que tenían por delante, contra antes llegara el siguiente día, antes harían la misión y antes volverían a casa.
Después de un rato buscando, encontró donde estaban sus compañeros, unos jugando a las cartas y otros estaban ya durmiendo.
Dylan se fue a su cama dejó el equipo a los pies de la misma y se tumbó para pensar en el día siguiente e intentar descansar algo.



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⏰ Última actualización: Sep 03, 2017 ⏰

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