Pequeños recuerdos de algo que no pudo ser

451 46 39
                                    


Bien, creo que es momento para decir lo que pasaba con el profesor. Y no me refiero al profesor Choi. Lo sé, cosas raras de mi loca vida.

...

Verán, hace un tiempo cuando este nene vivía aún con sus padres y sus locos hermanos. Para ser más específicos, cuando tenía quince años conoció al joven amigo de su padre: su profesor de literatura, el señor Hara. No me pregunten nada. Solo diré que lo conocí en la escuela y que terminamos siendo demasiado cercanos para ser solo profesor y alumno.

Yo sacaba las más altas notas para que me dijera que me quedara después de terminada la clase y habláramos un rato mientras comíamos pastel de fresas que él, curiosamente, compraba antes de ir a la escuela como si ya fuera nuestra pequeña tradición.

En sí el profesor cuidaba de sus alumnos con todo el cariño del mundo y por eso resaltaba mucho en la escuela. Todos le tenía tanto cariño y lo admiraban, los mismos profesores se apoyaban en él cuando necesitaban algún tipo de ayuda. Decir que yo quería ser como él, se quedaba corto. Yo le admiraba y le quería... le quería tanto que incluso me podía poner tontamente celoso cuando algún compañero mío se le acercaba demasiado. 

Seokjin idiota. Ponerte celoso de algo que no era tuyo en ningún aspecto.


Por otro lado y siguiendo con mi loca vida; quiero decir que el hombre más dulce después de mi padre era él. Con sus fuertes manos, su imponente voz, su amable corazón y sus preciosos ojos. Y sí,  Esos días en la escuela fueron maravillosos hasta que (como de costumbre siempre va a ver un "hasta que" en mi vida) un día llegué a casa y lo vi sentado con mis padres y mis hermanos.

Recuerdo que hicieron que me sentará a un costado y mientras tomaba té, mi hermana mayor, Sun (mi hermosa hermana Sun), le dio un beso a mi profesor y ambos mostraron sus anillos de compromiso con una enorme sonrisa. No creo que sea necesario decir que mi corazón terminó hecho pedazos mientras trataba de mantener mi sonrisa.

Seré rápido.

Yo caí en depresión por todo ese año. Creo que hubiera sido menos doloroso sino lo hubiera tenido que ver a diario cenando con nosotros alagando a mi hermana por su trabajo y a mí por mis buenas notas. ¿Saben que es lo peor de todo? Que él seguía tratándome con ese extraño cariño.

Después de años aún recuerdo exactamente los momentos en los que él se acercaba a mí y me abrazaba. También recuerdo muchos en los que yo tuve que correr de cualquier sentimiento que tuviera... literalmente corría.

Después de unos meses de sufrimiento y de pensar que nada podía ser peor llegó noviembre.

Verán en noviembre iba a ver un pequeño campamento de tres días para mi año y algunos delegados del año superior. Como todos éramos hombres no había ningún problema, excepto que algunos de nosotros nos quedamos sin carpa y tuvimos que compartirla con los maestros. Me tocó con él y sinceramente no sabía si llorar o estar alegre de que no me tocara con algún otro idiota.

Yo estuve tan nervioso que se me calló la comida, me golpee contra un árbol; de casualidad empujé a un grupo de chicos al lago e hice que treinta chicos cayeran de las sillas. No me pregunten cómo, solo diré que hubo una soga y un perro de por medio. Me apodaron "Gato negro Seok" (solo por esos días en el campamento, claro).

Cuando llegó la noche del primer día fui a darme un chapuzón en el lago. Estaba oscuro y la luna estaba en cuarto creciente así que no servía de mucho.

Lo que más me llamó la atención fue ver a uno de los chicos mayores besándose con uno de mi año detrás de los matorrales. Quedé paralizado, esto era algo tan nuevo. Ellos me vieron así que cogí mi ropa a la velocidad de la luz y agradecí llegar a mi tienda aunque solo estuviera cubierto por una toalla.

Al otro lado - JinminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora