Al anochecer Park es rosa

489 45 62
                                    


¿Saben qué se siente ir a una cita después de tres años?... Horrible. Recordé exactamente porqué las detestaba antes. Te tiemblan las piernas, el corazón parece que va a salir corriendo a querer tomar tequila acompañado de tu cerebro. Es de suponer que apenas llegué al restaurante quería volver corriendo a casa y encerrarme en mi cuarto a ver SNK o One Piece. Prefería llorar al ver morir a un personaje cada cinco minutos a que mi dignidad se fuera a la mierda.

¿Y si me plantaba?, adiós autoestima.

¿Y si el tipo era solo un idiota?, adiós citas dentro de dos años.

¿Y si se horrorizaba conmigo?, adiós citas ; nos vemos dentro de siete años.

¿Y si todo salía bien?, adiós cerebro; hola, corazón.

Seokjin, Cálmate... respira. Todo va a ir bien. Solo es una estúpida cita.

Mi mente divaga en un ancho mar de posibilidades. Cuando me calmaba recordaba en el lugar en el que iba a entrar y volvía a recaer.

Seokjin, ¿Por qué estás haciendo esto?, deberías estar en tu casa engordando feliz.

Las ideas iban y venía pero sabía muy bien que debía ser valiente. Todo sea por Taehyung repetía una y otra vez en mi cabeza; Taehyung se lo merece.

Y era verdad, mi querido engendro había molido sus huesos por conseguir sus metas. Yo debía ayudarle, aunque sea en esto. Y la verdad era que lo iba a disfrutar un poco.

Todo llegó a valer un pepino cuando puse un pie dentro del lugar. Decir que era hermoso quedaba corto. Espacioso, lujoso, lleno de flores y con un aroma tan agradable. Caminar ahí era maravilloso. Aunque era interesante como toda la gente que disfrutaba del restaurante tenían ese característico aire de tener dinero a montones con una curiosa e invisible frase pegadas en sus frentes desde que eran pequeños: "Soy lo mejor de lo mejor". Sonreí sin darme cuenta, verán; dije que no había tenido una cita desde hace tres años y bueno, esa cita pertenecía a esta clase de personas. Su nombre era Hyun y si no les he hablado nada de él es porque no lo consideré necesario, igual que mis demás desastres amorosos.

¡En fin!

Di un par de pasos con la misma seguridad de un niño de once meses agradeciendo no caer. Una mesera se acercó sonriente con una lujosa libreta.

-¿Usted está esperando a alguien? - preguntó amablemente.

Yo sé que cualquier persona respondería con toda seguridad "Sí, ¿me ayudaría a encontrar una mesa?"pero yo no; es más, quedé frío - ¿Yo?, no. Es decir, Sí... sólo... Yo necesito aire...

Y en ese momento decidí hacer lo más valiente que mi cuerpo me permitía, salir corriendo.

La señorita extendió la mano -Pero, señor...

Terminé hecho un desastre en el baño. Tan embarazoso.

Jin, ¿Por qué eres así?

Mi celular vibró; había recibido un mensaje de Ken. Decidí llamarlo.

-¿Ya están juntos?

-Estoy en el baño, ¡quiero irme!, por favor. Siento que voy a vomitar el café de la mañana.

Se escuchó el largo suspiro de Ken - No seas cobarde, Seokjin. Anda y busca al profesor de Taehyung.

Al otro lado - JinminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora