Sigo aquí, esperando una respuesta que me permita alejarme del precipicio de la duda de una vez por todas, agarrar la cordura tan fuerte y que al final, lo único que quiera, y necesite, es amarrarme a la locura de tus labios.
Por qué sigo siendo esta necesidad de que por fin elijas quedarte a mi lado, la necesidad o la esperanza, llámalo como quieras, de que pese a que todo por aquí parezca romperse tú no lo estés haciendo, que sigues aquí, junto a mí, para reír o para matar.
Estoy enterrada en el pozo de tus silencios, dándole la mano a la ilusión para que no se vaya, porque verdaderamente no quiero perderla, es la que consigue hacerme sonreír entre tantos echar de menos, que nunca son pronunciados.