Capítulo 8

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Auschwitz, 19 de abril de 1943

Desde que ayudaron a escapar a Dan, el hijo de Jo, ayudaron a escapar a más de medio centenar de prisioneros. Ya eran conocidos como "los ángeles entre las cenizas", porque salvaban a gente de morir quemados vivos o de morir en las cámaras de gas. Ese día, la persona a cargo del campo, el SS-Reichsführer Heinrich Himmler, le dijo a los residentes que pronto habría una purga en Birkenau. La gente recibió esta noticia con miedo, pero otros decidieron encararse e intentar atacar al oficial de las SS, pero fueron abatidos por unos guardianes.

Los prisioneros volvieron a sus barracones mientras se cuestionaban entre sí cuando los llevarían a su final. Muchos, ante el miedo de morir a manos de los nazis, fueron corriendo hacia la valla electrificada y tras sacudirse varias veces, cayeron al suelo.

-¿Qué vamos a hacer?-preguntó Caroline.

Stana se encogió de hombros, mientras Jo releía por enésima vez la carta de Dan y Ralf trataba de distraer a los niños. Jo se dio cuenta que Erika la miraba y fue a sentarse con ella. Le tendió el arrugado papel y vio que decía así:


"Mamá, cuando leas esto ya me habré ido. Te prometo que cuando termine la guerra te buscaré y volveremos a estar juntos. I love you."


-Vaya-murmuró Erika-¿cuántos años tiene el pequeño?-

-Hizo diez el 16 de marzo-contestó Jo, con voz rota.

-Seguro que os reencontráis algún día-


Erala primera vez que veían sonreír a Jo, pues siempre estaba con semblante triste.

Ángeles entre las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora