11

3K 134 36
                                    

_______ Pov

El Lunes, _______ terminó sus entregas de la hora de almuerzo para Ya Está En Camino y condujo a casa a toda velocidad.

Una siesta la esperaba. Si alguien interrumpía su siesta, bueno, pronto estarían deseando estar muertos.

A menos que le ofrecieran una caja de bombones y diez millones de dólares. Su perdón podría ser comprado.

Qué porquería de día resultó ser. Un mecánico con el que había salido el año pasado había hecho un pedido.

Ella había dejado el sándwich en Lintz Automotriz, ¡el Dr. Carburador te verá ahora!, cuando se había alejado, el tipo había acariciado su trasero como si tuviera todo el derecho.

Sus amigos habían silbado y se habían reído.

Los hombres apestaban. Ya terminé con todos ellos.

Bueno, a excepción de Daniel. Él era tan impresionante que casi
podría pasar por una mujer.

Hablando de su nuevo mejor amigo, él había confirmado la cena de esta noche. Después verían un DVD de su elección.

Nota mental: pedirle que traiga esos chocolates y todo ese dinero. ¿La mitad del dinero?

¿Lo que sea que pudiera permitirse?

Bien. Sin dinero.

En casa, se acomodó en el sofá con una almohada y una manta gastada. Con un suspiro, cerró los ojos y...

El timbre sonó. Por supuesto.

Gruñendo, se dirigió a la puerta con toda la intención de cometer un asesinato a sangre fría... sólo para jadear cuando vio lo que la esperaba en el porche.

El más hermoso ramo de flores amarillas y blancas en el mundo.

—Para ti. —Perl Harris, de Secret Garden, era una rubia-fresa con piel de alabastro y el puñado más adorable de pecas en la nariz. Le entregó el ramo, el aroma de chocolate y vainilla flotando desde los pétalos. — Chica, has conseguido un serio admirador. Éste entró y diseñó el arreglo floral él mismo.

—¿Y él es...?—Nunca nadie le había enviado flores.

—Como si realmente fuera a estropear la sorpresa. Vas a tener que abrir la tarjeta para averiguarlo. Si él la firmó. Traté de hablar con él para que me la dictara, pero se negó. Escribió cada palabra, luego selló el sobre y añadido cinta. —Perl arrancó la tarjeta.

_______ equilibró el jarrón contra su cadera y rápidamente reclamó la tarjeta. Su mano estaba temblando.
Perl se inclinó más cerca. —¿Y bien? ¿Qué dice?

—Lo descubriré a solas, muchas gracias. —Dio un paso hacia dentro, cerrando la puerta de vidrio delante de ella.

Perl hizo pucheros.

Una pena. _______ cerró la puerta de madera con una patada.

El corazón le martilleaba mientras dejaba el jarrón sobre la mesa de la cocina y rasgó el sobre.

Gatita,

Sé que debería pedir disculpas por mi comportamiento, otra vez, pero no puedo conseguir lamentar poner mis manos sobre ti. Nunca he sostenido nada tan hermoso. Considera las flores una muestra de mi aprecio.

Tuyo,
Harry Styles

Oh, dulce cielo. ¿Estaba él tratando de matarla? ¿Muerte por combustión espontánea?

Valley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora