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______ Pov

________ pasó el día siguiente con Brook Lynn, como habían planeado, haciendo su mejor condenado esfuerzo para resistir la tentación de enviarle algún mensaje de texto a Styles.

Después de que éste se hiciera cargo de la araña sin matarla -un atroz crimen contra la humanidad- ella había querido seguir adelante y entregarle los derechos de su alma o de su cuerpo, lo que él prefiriera. O, bueno, ¿por qué no ambos? Styles la afectaba de una manera que nadie más la había afectado.

Frotarse contra él básicamente había hecho volar un tornillo en su cerebro.
Poder competir con su ingenio le había puesto la mente en llamas.

¿Por qué no darle más de lo que nunca le había dado a otro? Una oportunidad para más.

Poco antes había llamado a Beck, buscando más consejos.

—¿Cómo puede no ver lo bueno que somos juntos? —le había preguntado.

—Estoy seguro de que lo ve. Tanto como estoy seguro de que lo aterroriza. Sus horarios están luchando por sobrevivir.

Tenía sentido pensar en su horario como en una persona. ¡Bastardo! Para éste -para él- _______ era el enemigo y Monica la aliada.

—En este momento es como un hombre que se está ahogando fracasando en alcanzar una balsa salvavidas, —Beck había añadido. —Tan pronto como se vaya a pique, el viejo Styles morirá y un nuevo Styles resurgirá.

La paciencia es una virtud. La paciencia es una maldita virtud.

Tenía que tenerlo. ¡Pronto!

Ugh. La urgencia no tenía sentido alguno. Para ella, el sexo siempre había sido sexo. Algunos encuentros habían sido buenos, muy buenos, y algunos habían sido malos, muy malos, pero de cualquier manera, el acto en sí siempre había sido algo secundario, algo sin lo que podía vivir, lo que venía antes y después de éste era mucho más importante.

En primer lugar, la anticipación y la aparente adoración. Luego, por un ratito, el sentimiento de pertenencia a otra persona. Por supuesto, después de ese algo siempre había experimentado una aplastante decepción.

Nunca había sido lo suficientemente buena como para conservarla.

¿Serían diferentes las cosas con Styles?

Una pregunta tonta. Él quería una aventura de una noche o una aventura de dos meses. Las cosas serían exactamente iguales. Wham, bam. Hola y adiós.

—Me encanta la forma en que brilla tu reloj. —En la cocina, Brook Lynn agitaba en una cacerola un líquido de dulce aroma.

—Lo sé. —Su mirada siempre gravitaba sobre éste. —La única cosa más bonita es la pulsera que hiciste a partir de un entretejido de margaritas en el tercer grado.

—¿Todavía tienes esa cosa?

Como si alguna vez se hubiera deshecho de ella. —Claro. Algunos de los tallos aún tienen pétalos.

—No tenía ni idea de que fueras tan sentimental. —Brook Lynn le sonrió.

—Sólo contigo.

—¿Tal vez con Styles, también? Él sí que sabe cómo hacer un buen regalo.

—Él dice que no es un regalo, sino un seguro para su horario. — Claramente, él tenía un problema con la idea de darle a ella, ¿a cualquiera?, un regalo. ¿Otro problema como niño en adopción? ¿O simplemente era una cosa de hombres?

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