Capítulo 5 'Amor'

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Me desperté por un delicioso olor que se impregnaba en mi rostro y por un tacto en mi espalda que erizaba hasta la última parte de mi piel. Abrí los ojos y me estremecí poco a poco. Sin aún moverme estando boca abajo, giré la cabeza para encontrarme con su rostro mirando mis espalda. Sus grandes manos acariciaban suavemente mi espalda. Suspiré.

Zen: buenos días mi amor -inclinó su cabeza para tomar mis labios entre los suyos y apartar sus manos de mi espalda y dirigirlas a mi rostro hasta terminar de ponerme sentada

Tere: es el mejor despertar que he tenido en toda mi vida.

Acaricié su rostro y lo abracé dandole las gracias.

Zen: el desayuno ya está listo. Vamos -me tomó de la mano hasta llevarme a la cocina.

Me encontré con una bandeja donde había un plato con unas tortitas con nata alrededor y otro pequeño plato donde había una fruta y un café. Coloqué mis manos en la boca por la sorpresa. Que lujo.

Tere: ¿todo esto...es para mí? -él rió ante mi voz de sorpresa

Zen: por supuesto.

Tere: pero...¡es el desayuno de una princesa!

Zen: lo que eres. -me sonrojé

Tere: ¿y el tuyo?

Zen: yo ya he desayunado. Come o se te enfriará.

Tere: muchas gracias, Hyun -le di un beso- no hacía falta, de verdad.

Zen: te mereces mucho más.

Cogí el cuchillo y el tenedor y empecé a cortar la tortita donde chorreaba en nata y glaseado. La boca se me hizo agua. Di mi primer bocado y todo se iluminó.

Tere: ¡es exquisito! -rió ante mi exclamación

Zen: me alegro que te guste. No sabes todo el amor que le he puesto. -sonreí ante aquella frase

¿Cómo puede ser tan tierno y tan caballeroso?

Tere: si sigues así voy a terminar por derretirme. -soltó una carcajada

Zen: no me importaría.

Hice silencio y comencé a comer tranquilamente. Levanté la vista y pude ver como sus ojos se concentraban en mi manera de comer. En los movimientos de mi boca y en mis gestos. Estaba tan pendiente de mí que hasta me sentí nerviosa.

Tere: ¿por qué me miras con tanta atención? -levantó su mirada ésta vez hacia mis ojos

Zen: no puedo parar de mirarte. Me encanta ver como comes tan despacio. Tu manera de agarrar los cubiertos...-puso las manos sobre su cabello

Bajó la cabeza y me sonrojé ante esas palabras. Voy a explotar.

Zen: estoy enfermo. -sonrió

Bebí lentamente mi café para soportar el calor de éste y al terminar de desayunar puse mis codos sobre la mesa haciendo que mis manos sostenieran mis mejillas. Lo miré fijamente y acarició suavemente con sus dedos mi mejilla.

Zen: es íncreible la obsesión que tengo contigo.

Sin aún apartar mis manos de mi cara, cogió una de ellas y la puso contra su mejilla. Pude sentir el calor que prendia su rostro.

Zen: como me haces sentir tantas cosas en un simple instante.

Mis mejillas cobraron aún más color, solo podía mirarlo a los ojos, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha sin saber que hacer. Hay una sensación tan cálida y bonita dentro de mí.

~Mi Princesa~ Zen & MCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora