~Mi Princesa~ Zen & MC

Capítulo 18 'Mojado'

Hyun se fue a ducharse y yo me quedé haciendo la cena. Intenté hacerla lo mejor que podí, pues quería sobrepasar las expectativas de su paladar. Seguí al pie de la letra la receta que tenía en la mano más los consejos de mi abuela materna. La única que me ha estado entendiendo todos estos años.

Al acabar, me dirigí hacia el comedor a preparar los cubiertos y el mantel. Iba a ser la primera cena preparada por mí, así que estaba un poquito nerviosa por su reacción. Ya solo faltaba esperar a que Hyun acabara de aclararse, pero estaba tardando mucho, lo que me preocupó. Fui a la habitación para quitarme de dudas y efectivamente aún se podía oír el agua caer en el suelo.

Tere: Hyun...¿Estás bien?

Zen: ¡Y listo!

Al salir del cuarto de baño, me quedé completamente hipnotizada en su cuerpo. ¡Mi corazón no paraba de latir a mil por hora! Iba a explotar en cualquier momento y mis ojos no paraban de mirarle de arriba abajo.

Estaba completamente desnudo, excepto su parte íntima donde la tapaba una 'mini' toalla. Todo su cabello suelto y empapado hizo que la temperatura de mi cuerpo no parara de subir.

Hay tanta gracia en la manera en que caen las gotas de su cabello hasta el suelo...Como su pálido rostro empezó a tomar color al notar que mi mirada le recorría todo el cuerpo...

Tere: Cuánta...Perfección. -solté sin pensar

A lo que él soltó una pequeña risita ante mis palabras.

Zen: ¿Verdad? Aún no me canso de decir, que Dios cometió UN muy grande error al crearme...Al igual que contigo.

¡WOW!

Zen: No es normal que exista una mujer que lo tenga absolutamente todo.

Apagó la luz del cuarto de baño y vino hacia mí todo empapado para apretujarme en sus brazos.

Zen: Y sigo sin saber como agradecerle por haberme traído éste mavarilloso tesoro.

Me tomó de la barbilla para besarme apasionadamente sin intención de soltarme.

Tere: Yo tampoco logro entender como...Me ha podido Dios regalar a un príncipe tan gentil, tan sensible y...

Me interrumpió para darme un inesperado y a la vez cálido abrazo.

Zen: Te mereces mucho más. Mucho, mucho más...

Decidí bromear un poquito con él y acariciar su cabello mientras seguíamos abrazados. Me apretó de una manera bestial, lo que hizo que mis manos pudieran notar sus músculos y su espalda tan marcada.

Tere: Me encantaría que nuestros hijitos salieran con tu perfección.

Zen: hahahahaha~ Mira que eres graciosa, mi niña.

Acarició mi pelo y fue al armario a ponerse un pijama de tirantas aún pudiendose notar sus músculos.

Zen: Pero preferiría que sacaran tu inmenso corazón. -me tomó de las mejillas para comerme a besos

Tere: ¿Y si...las dos? Me imagino a mi hijo con tu color de cabello...¡Aww!

Zen: Haha~ -le dió un ataque de risa- o con tus hipnotizantes ojos. -me acarició la barbilla- vayamos a cenar.

Nos fuimos dandonos besos hasta llegar a la cocina.

Zen: ¡Qué buena pinta! ¡Ñam!

Nos sentamos en frente del otro y nerviosa esperé a que cogiera el tenedor para meterlo en su boca.

Crucé los dedos bajo de la mesa, deseando que cumpliera con sus expectativas.

Zen: Mmm...-saboreó

Tere: ¿Y? ¿Cómo está?
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