Luciérnaga.

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Esa noche cuando ella se acercó a mi cogió mis manos y tocó con delicadeza mis garras, mi respiración comenzó acelerarse y la desesperación de devorarla se hacía más intensa, quise apartarla pero ella acarició mi rostro, nada cambio más bien mi hambre se incrementó, desde ese momento el cielo se nublo provocando la oscuridad total, ella no se detuvo, mantuvo su mirada firme en la mía, se acogió con mis manos y yo no le impedí que lo hiciera, mis instintos salvajes me hacían querer devorarla más y más, estaba a punto del colapso por bloquear mi deseo, Clarisa se daba cuenta de mi desesperación pero no se apartó, coloco su mano en mi pecho para sentir el latido de mi corazón que iba a estallar en cualquier momento.
Ya no podía más con mis impulsos, estaba deseoso por clavar mis colmillos en su cuerpo, arrancarle la piel y deleitarme con sus delicados gritos pero por más que quisiera tragarla algo me detenía, no sabía bien que era pero estaba siendo incapaz de hacerlo.
Esa misma noche me llevo hasta la cueva mas recóndita del bosque, no era necesario encender una vela porque ella emitía luz como si se tratara de una luciérnaga, una bella luciérnaga. No dijo nada solo beso mis labios, no diferiamos en apariencia pues lo que nos hacia diferentes era que yo tenía garras y devoraba cualquier cosa con vida; el deseo por comerla no calmo si no al contrario, verla ahí desnuda para mí me hacía desearla.
Todo sucedió tan rápido que apenas recuerdo pero cuando reaccione me sentía saciado, no quería verla como comida, si no como algo más, ella aún permanecía desnuda en el suelo terroso y frío de aquella cueva, su piel tenía profundos cortes que provoque al arañar su espalda, su cuello tenía marcas de mis colmillos al igual que otras partes de su cuerpo, fui salvaje lo pude notar, ella no lloraba o emitía palabra alguna, solo estaba inmóvil con su respiración apenas percibible para el oído; no quise lastimarla más, así que decidí irme, alejarme porque yo era un peligro para su cuerpo.

Luisa, la hija del diablo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora