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Taehyung ya no se sonrojaba por la presencia de Hoseok. Al principio, se pusó muy nervioso cuando Hoseok le dijo que lo acompañaría al centro comercial, pareció un tómate las primeras horas. Pero poco a poco se fue acostumbrando a que sus manos se rozaran de vez en cuando, y al excesivo contacto físico. Porque al fin y al cabo eran amigos, se conocían desde que llevaban pañales, por lo que la compañía de Hoseok era bastante familiar.

—Me lo he pasado genial—admitió con una sonrisa.—Hacía tiempo que no salíamos nosotros solos.

—Ya. Desde que tienes a ese bicho de Jeon enganchado a ti las veinticuatro horas no hemos podido salir solos—bromeó Hoseok, aunque Taehyung sabía que una parte de el no bromeaba.

Taehyung sonrió y se detuvo cuando llegó a su casa. Estuvieron unos segundos mirándose el uno al otro, con un leve sonrojó en las mejillas y una sonrisa dulce. Taehyung río, sin razón, y unió su cuerpo con el de Hoseok en un abrazo ligero. El mayor actuó rápido y la atrapó entre sus brazos, prolongando el abrazo. Taehyung se sorprendió, sin embargo no se quejó. Apoyó su cabeza en la clavícula de Hoseok y aspiro su aroma. Sonrió entre dientes, notando la colonia que le regaló a Hoseok por Navidad el año pasado.

—Nos vemos en el instituto, hyung—dijo Taehyung rompiendo el abrazo.

Se despidió y corrió hacia su casa con una sonrisa en el rostro. Al final la tarde no había acabado tan mal como pensaba, había conseguido pasar tiempo con Hoseok y ropa nueva. A pesar de todo, aún se sentía un poco triste. Por alguna extraña razón se había emocionado cuando Jungkook le dijo que lo acompañaría, pero como hubo de haber esperado, el chico no apareció. Tal vez era su culpa, por esperar demasiado de alguien como Jungkook.

Entro a casa suspirando, intentando sacar esos pensamientos de su cabeza. Dejo su abrigo en la entrada y se saco sus zapatos. Un olor delicioso a comida casera se coló en sus fosas nasales, por lo que dejó las bolsas en la entrada y fue hacia la cocina trotando.
Al llegar, vio a su madre de espaldas preparando la cena mientras tarareaba una canción. Decidió sorprenderla, envolvió sus brazos alrededor de su cintura y apoyó su barbilla en su cabeza. Su madre era bastante bajita, al contrario de el que era bastante alto, por lo que le encantaba molestarla apoyándose en ella.

—Dios, Taehyung, me asustaste—se quejó la mujer, intentando contener su risa.

Taehyung se inclinó y empezó a repartir besos por todo el rostro de su madre, provocándole cosquillas. Su madre se retorció, dandole suaves golpes en el brazo para que la dejara.

—Anda, avisa a tu amigo de que la cena está lista—dijo ella cuando Taehyung la soltó por fin.

Frunció el ceño, ¿amigo?

Su madre se giró al no recibir respuesta.

—¿Jimin?—dijo dirigiéndose a las escaleras.

—Oh, no. Era otro chico—gritó su madre desde la cocina—Llegó esta tarde cuando estabas fuera. Se veía cansado, así que le dije que te esperara en tu habitación.

Taehyung se detuvo en las escaleras. Una idea de quién podía ser cruzó por su cabeza, pero de seguida la descarto ya que sabía que no podría ser el. Subió rápidamente las escaleras con destino a su habitación, la cual se encontraba entornada. Lentamente la abrió, adentrándose en la habitación de paredes blancas que llamaba como suya.

Se quedó bocabierto cuando se encontró a Jungkook en su cama, durmiendo pacíficamente.

Su cara estaba aplastada contra la almohada, abultando su mejilla y sus labios. Sus labios, sus esponjosos labios, estaban entreabiertos soltando leves suspiros que eran malditamente adorables. Parecía un bebé en esa posición fetal, encogiendo su cuerpo y llevando sus manos a su pecho. Taehyung tragó saliva, repentinamente nervioso ante esa imagen. Se acercó lentamente y se sentó en el borde de su capa, casi tocando la pierna de Jungkook con sus dedos.

FAKE BOYFRIEND ✧ kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora