Cuando desperté por la mañana, me encontraba completamente vestida, y no entendía como, llevaba puesta hasta mis medias, mi ropa interior, absolutamente todo, revisé cada centímetro de mi cuerpo, todo estaba en su lugar, solo sentía un intenso dolor de cabeza, aún tenía recuerdos de la noche anterior, pero no podía recordar haberme vestido, los recuerdos eran vagos. Lo extraño era que aún mantenía escondido entre mi media y mis zapatos, aquella navaja con la que liberé a ese hombre, no tenía sentido, si me había desvestido anoche, yo solo pensaba y pensaba como es que había logrado ponerme la ropa y no haber perdido nada, me sentía completamente segura de todo lo que pasó la noche anterior.
Tome la navaja entre mis manos, y recordé cuando aquel hombre quemó sus manos al tocarla, era realmente bello aquel artefacto por decirlo de alguna forma, tallado, con soles y lunas y un círculo en el medio que mostraba el perfil de un hombre, era como una moneda, y en la hoja de la navaja podían verse plantas y si una divagaba más, podría hasta perderse como si de un bosque se tratara, tenía muchos detalles, y yo nunca los había notado, nunca me habían importado, hasta ahora.
Pude notar algo que había una especie de letras escritas, o símbolos, pero yo no los entendía, no podía leerlos, solo podía sentirlos al tocar suavemente la superficie, aunque sabía dentro de mí que algo intentaban decirme.
De pronto escuche unos pasos y el sonido de la puerta cuando alguien coloca una llave, rápidamente guardé mi navaja bajo mi mano, colocándole al costado de mi cuerpo, cerré los ojos y fingí estar dormida, traté de suavizar mi respiración, aunque en realidad estaba hiperventilando, tenía miedo, mucho miedo.
Alguien entró a la habitación, pude sentir su presencia y su olor bastante nauseabundo, se acercó hacia mí de manera grotesca y cuando sentí su aliento putrefacto sobre mi rostro, solo atiné a levantar mi mano empuñando mi navaja y con todas mis fuerzas apuñalar su cara una y otra vez sin fijarme si quiera que partes de su rostro estaba lastimando, lo empuje con mis piernas y logré librarme de su peso, apenas si voltee a verlo, solo pude notar que salía humo de cada herida que yo le había proporcionado, y gritaba como si de la peor agresión se tratara, aunque no era para menos, no entendía lo que sucedía, solo salí corriendo sin querer mirar más atrás.
Al parecer corrí con la mayor de las suertes, porque no me topé con más personas mientras corría, era de día y sinceramente no me puse a pensar porque en pleno día el lugar estaba tan desierto, lo único que realmente me importaba era salir de ahí, y honestamente rescatar a mi hermana ya no era una opción, al menos no para mi estando sola e indefensa, nada podría hacer por el momento, necesitaba un plan.
El lugar estaba lleno de puertas y pasajes, no tenía idea de por dónde ir, o qué camino tomar, dentro de mi estaba el temor de encontrarme con más de ellos, intentaba hacer el menor ruido, solo con la esperanza de encontrar una puerta que me llevara a la salida.
Hasta que por fin vi la luz, entré a una especie de salón, era bastante similar al que recordaba, solo que estaba baldío y todo se veía sucio y viejo, las sillas estaban colocadas sobre la mesa y había telarañas alrededor, el polvo cubría cada centímetro con una fina capa , no tenía sentido si la noche anterior había estado lleno de gente, pero no era momento para ponerme a meditar en esas cosas, podía ver una puerta, y estaba segura que era la puerta de salida, debía cruzarla y pronto, ya que aquel hombre no tardaría en alcanzarme.
Corrí con todas mis fuerzas y logre cruzar la puerta cual alma que lleva al diablo, cuando alguien me tomo en sus brazos, el impacto fue bastante fuerte para mí, mi mundo se vino abajo en ese momento, justo cuando por fin había logrado cruzar la meta de salida, mis esperanzas se desvanecieron.
-¿Estas bien?- escuche una voz familiar, aunque no lograba distinguir de dónde.
No podía abrir los ojos, o tal vez no quería, tenía miedo de abrirlos y darme cuenta que todo mi escape había sido en vano, darme cuenta de que nuevamente había sido atrapada, darme cuenta de que de esta ya no saldría.
-¿A dónde vas?- escuche la voz de otro hombre- No puedes dejarnos.
-Pueden hacerlo sin mí- escuche nuevamente aquella voz familiar, que de alguna manera inexplicable me hacía sentir protegida, a pesar de todo.
Estuve en sus brazos todo el trayecto, incapaz de abrir los ojos, me negaba ver lo que había más allá de mis sentidos auditivos, a pesar de sentirme bipolar, es decir miedo y protección, temía que si abría los ojos todo se tornaría malo para mí, para que me entiendan ¿alguna vez les ha pasado que escuchan un ruido en su habitación y se tapan hasta la cabeza para que el ruido no los alcance? ¿O con la esperanza de que eso que hace el ruido no los toque? ¿O de alguna manera intenten ignorar lo que sucede solo tapándose con las mantas aunque quizás realmente no haya nada? Bueno si lograron entenderme, así me sentía.
-Abre los ojos- me hablaba con voz demandante.
Lentamente abrí mis ojos, intentando de esa forma aminorar el golpe de lo que me esperaba, y poco a poco logre visualizar un rostro aunque al principio estaba borroso,lentamente la imagen fue tornándose nítida y pude verlo.
Era él, era aquel hombre al que hace unos meses ayudé, estaba ahí frente a mí, mostrándome una sonrisa de modelo de consultorio dental, luciendo sus hileras de dientes relucientes frente a mí con aires de héroe.
Me incorporé de inmediato, miré a todos lados, bastante confundida, estaba en mi casa entonces mil ideas pasaron por mi cabeza, y no podía procesarlas todas.
¿El realmente existía?
-Te salvé la vida- me dijo con aires de superioridad.- yo solo atinaba a observarlo.
Cuando por fin reaccioné, me incorporé de un brinco.
-Tú no me salvaste, yo me salvé sola, la peor parte ya había pasado, tu sólo te cruzaste y estorbaste en mi camino.
El solo atinaba a sonreír.
-¿Que hacías en ese antro?- me pregunto acercándose a mí.
-Yo.....- no podía contarle lo que me había pasado la noche anterior- tienen a mi hermana.
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DESTINO... (pausada)
ParanormalSoy Sabrina y esta es mi historia... Que soy en realidad no lo sé...no tengo una madre ni un padre...absolutamente nada...no sé que me depara el futuro,no entiendo mi situación en este mundo... Y menos entiendo a aquel hombre misterioso... Lo único...