Parte 9

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Sentí una fuerte sacudida, y fue como si saliera de aquella realidad alterna, aquel hombre me sacudía, y yo seguía sin saber quién era, cuál era su nombre, pero dormía en su casa, ¿qué clase de tonta soy?

- ¡Despierta! –

Se encontraba demasiado cerca y con la oscuridad no pude reconocerle, solo atiene a seguir gritando y golpearlo, simplemente yo no sabía ya donde estaba, no sabía que era real o que era sueño, cuando por fin me sentí a salvo, comencé a observar todo a mi alrededor, intentar reconocer el lugar, pude darme cuenta de que ya no estaba en esa pocilga y por instinto lo abracé.

- ¿Qué te sucede? Tienes un severo caso de bipolaridad – me dijo observándome profundamente.

- Es que yo.... Fue tan real, estaba en ese lugar, yo yo yo tengo miedo porque no sé, no sé si esto es real o un sueño, no sé dónde estoy realmente, todo es muy real, no quiero volver a ese lugar, no quiero despertar, quiero quedarme acá.

- Estas despierta Sabrina – y pude notar preocupación en sus palabras - qué fue lo que te hicieron?

Yo respiraba de forma agitada y simplemente no quería volver a cerrar los ojos.

- ¿Puedo ver televisión? – pregunte de forma agitada - quiero comer algo, no quiero dormir, debo mantenerme despierta, ¿tienes algo para eso? ¿Tienes cocaína? Eso me ayudaría, ¿tú puedes conseguirla? Tú pareces de esos tipos que la consumen, seguro tienes.

- ¿Esos tipos? -me dijo serio- yo no consumo porquerías - ¿tú las consumes?- me preguntó molesto

- No pero....debo hacerlo, no quiero regresar.

- Vamos a ver una película, yo te voy a acompañar- me dijo llevándome de forma paternal a la sala, donde había un televisor enorme.

Camine a su lado lentamente y me acomode en el mueble.

- ¿Qué vamos a ver? – le pregunté.

- Escoge lo que desees- y encendió el tv e ingreso a una aplicación llamada Netflix, la verdad no sabía que eso existía, que podría saber yo si tenía un tv en casa y además estaba malogrado.

Poco a poco fui quedándome dormida, sin darme cuenta fui acomodándome en su regazo, sintiéndome protegida, era como si dormir en sus brazos brindara una barrera para que aquellas pesadillas no ingresaran en mi cabeza, cuando más rápido de lo que hubiera querido sentí un leve calor en mis ojos, y una luz luchando por entrar en mi retina, me di cuenta de que ya había amanecido.

Aquel hombre de quien aún no tenía idea cuál era su nombre por alguna extraña razón, me hacía sentir segura y protegida, y estaba allí abrazándome mientras revisaba su celular, había tenido la delicadeza de no moverse para no despertarme.

- ¿Cuál es tu nombre? – le dije apenar verlo.

- ¡Buenos días! ¿No te enseñaron modales? - me dijo y note al verlo que no se veía como alguien que acababa de despertarse.

- En realidad, no... ya te digo, mi mama me enseñó muchas cosas, ¡¡¡¡pero ser educada no fue una de ellas – le dije con una sonrisa - Buenos días!!!!

- Veo que dormiste bien.

- Aun no me dices tu nombre... -le dije achinando los ojos.

- Tu tampoco me dijiste el tuyo Sabrina – y yo me quede con cara de circunstancia.

Y era cierto, yo tampoco le había dicho mi nombre, pero lo más raro era que el sí sabía mi nombre.

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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