Nessie POV
Ya había pasado 3 semanas desde que Jake se fue, ¿que le había hecho yo?, lloraba todas las noches pensando en eso, hasta que Alec venía, me calmaba y dormía en su pecho frío, pero siempre que me levantaba, lo hacía sola. Mi familia no se hablaba mucho con Alec, tan solo mis padres, Carlisle y Esme. Todos los días salía con Alec a pasear, eran las únicas horas que me hacían no pensar en Jake, me dormía pensando en el y me despertaba pensando en el.
No sabía nada de el, decía que me llamaría cuando pudiese y no lo hacía, ¿se habría imprimado ya de alguien y no volvería nunca?, eso me dolía mas, pero cuando estaba con Alec, no pensaba en el, se podría decir que Alec me completaba.
Estaba sentada en mi habitación mirando por la ventana, pensaba que en cualquier momento podría aparecer mi gran lobo rojizo. Llamaron a la puerta.
-Pasa.- dije sin dejar de mirar por la ventana.
-Hola, cariño.- dijo mi madre detrás mía.
-Hola.-
-¿Como te encuentras?.- pregunto
-Como siempre.-
-Renesmee, cuando vuelva nos enteraremos, no hace falta que te quedes todo el día mirando por la ventana.-
-Me da igual, quiero hacerlo.- le dije sin apartar los ojos.
-¿Que tal las cosas con Alec?.-
-Muy bien, por cierto, ¿donde esta?.-
-Se ha ido de casa con Edward y Carlisle, pensaba que tu yo podemos pasar el día juntas, hace mucho que no salimos.-
Era verdad, hacía mucho tiempo que no tenía un día con mi madre.
-Perfecto, voy a vestirme.- la mire y me dirigí a mi ropero.
Mi madre y yo solíamos ir a comprar ropa que nos gustara, siempre que venía Alice acabábamos con media tienda en las manos, mi madre y yo no eramos muy de modas y nos gustaban las cosas sencillas y cómodas, en eso me parecía mucho a ella.
Me metí en la ducha, me mire mi pulsera que me regalo Jake en mis primeras navidades, me encantaba, no me la quitaba ni para ducharme, me metí en la ducha y me vestí, llevaba unos vaqueros negros, un suéter blanco y unos converse.
Bajé, salude a mi familia, desayuné mientras hablaba con mi madre de lo que íbamos a hacer, primero iríamos a Seattle a comprar algo de ropa, luego iríamos a comer hamburguesas, era mi comida favorita, después iríamos al cine, seguramente veríamos una comedia romántica, nos encantaban ese tipo de películas.
Cogimos ''prestado'' el coche de mi padre y nos dirigimos a Seattle. Llegamos sobre las 11, entramos en una tienda de ropa que nos encantaba, me compré un vestido rojo que me llegaba hasta las rodillas, con un escote en pico y unas botas muy bonitas, mi madre esta vez no se compró nada.
Ibamos andando por la calle hablando animadamente, cuando estábamos pasando la puerta de un bar se abrió y salió un chaval con el pelo negro corto y unos ojos esmeraldas y me choque con el.
-Lo siento, perdona.- me dijo mientras me ayudaba a ponerme de pie.
-No importa.- le dije mirando sus ojazos, era bastante atractivo.
-Vaya, veo que la gente de aquí no se corta ni un pelo.- dijo sonriendo pícaramente al percatarse de como le miraba.
Me sonrojé y mi madre recogió la bolsa del suelo.
-Toma, Renesmee.- dijo mi madre devolviéndome la bolsa.
-¿Sois hermanas?,- pregunto ese chico mirando raro a mi madre y con la nariz arrugada.
-Emm...si, ¿por?.- dijo mi madre.
-Por nada.- y siguió andando.
Mi madre y yo nos miramos extrañadas y seguimos andado, llegamos a un McDonalds, convencí a mi madre para que se comiera una, nunca la había visto comer. Nos sentamos en una mesa de fuera, yo me pedí una con queso, no tenía mucha hambre y mi madre hizo lo mismo. Cuando venía con Jake el se pedía 3 Mcmenu y se quedaba con hambre.
-Venga, pruebala.- le dije a mi madre divertida.
-Voy, voy.- dijo sonriendo.
Le metió un bocado, y puso una mueca de asco, me carcajeé cuando puso esa cara y ella también se reía divertida, al final la dejó por la mitad y yo me la comí por ella.
Salimos y nos dirigimos a el cine, vimos ''Amor y letras'' y nos gustó bastante, cuando salimos volvimos a casa, charlando y riéndonos, de repente, antes de llegar, sacó el coche de la carretera. Salió de el coche.
-Vamos, sal.- me dijo abriendo mi puerta.
-¿Que hacemos, mama?.- dije extrañada saliendo del coche.
Nos quedamos viendo la luna un rato, y después empezó a hablar.
-Se que has estado pensando en Jacob todo el día.-
Era verdad, me había pasado casi todo el día pensando en el, no me lo quitaba de de la cabeza.
-Cariño, no tienes nada de que preocuparte, el volverá.- me dijo acariciándome la mejilla con el dorso de su helada mano.
-Lo se, pero es inevitable dejar de pensar en el, sobre todo lo que odio es no saber porque lo hizo, eso me esta realmente matando.-
-¿De verdad, Nessie?, ¿no sabes porque?, ¿no sabes porque estuvo ahí desde que naciste?, ¿no sabes porque actuó así cuando te vio con Alec?.- me dijo seria.
-¿Sabes algo?.- le dije.
-No, solo te...preguntó.- dijo de una manera que no me convenció, pero si ella sabía algo me lo diría, con mi madre no tenía secretos.
-No, mama, no lo se.-
-Esta bien, vamos, seguramente ya habrán vuelto.-
Y nos volvimos a subir al coche. Llegamos y mi padre nos esperaba en la puerta sonriendo.
-Mira quienes son, las roba-coches.- dijo abriendo mi puerta y luego la de mi madre.
Mi madre soltó una sonrisilla y se besaron, yo entre en la casa a ver a Alec, pero en el salón solo estaba Carlisle y Esme.
-Hola, abuelo.-le dije besando su mejilla.- hola, abuela- hice lo mismo con esta.- ¿y Alec?.- le pregunte a mi abuelo.
-Esta en tu habitación, te esta esperando.-
Subí a mi habitación y estaba sentado en mi cama mirando a la puerta sonriendo.
-Hasta que por fin aparece.- dije abrazándole.
Nos besamos durante un rato y se separó un poco para hablar.
-Te he traído un regalo.- dijo
-¿Enserio?.-
-Aja.-
Se dio la vuelta y sacó del suelo una cajita de su bolsillo. La abrí, era un móvil de bebes, pero solo había dos figuritas, una enmedio, era el mundo y en el final del móvil una luna.
-Tu representas la tierra. Y yo soy la luna.- dijo dándole un golpecito y la luna empezó a girar alrededor de la tierra.
-¿Y porque tu eres la Luna?.-
-Porque mi vida gira en torno a ti, Renesmee.-
Eso fue lo mas bonito que me habían dicho, no se, significaba mucho para mi que Alec me dijera eso.
-Se que es muy infantil, pero cuando lo vi me resultaba muy parecido a como me siento contigo.-
-No, Alec, es perfecto, me encanta.- y le besé.
-Eres mi mundo.- susurro contra mis labios.
-Eres mi Luna.- susurre.
Y seguimos besándonos.
