A pesar de ser su último año en Hogwarts Daira no se encontraba para nada nerviosa, había pasado buenos momentos en aquella escuela, seguramente los mejores de su vida, pero también había pasado malos momentos, castigos de varios profesores, peleas con sus compañeros, derrotas en partidos de quidditch, pero seguramente el peor momento en la escuela fue la pelea con su mejor amigo desde que tenía uso de memoria. Charlie Weasley había sido su mejor amigo desde prácticamente su nacimiento, su madre Morgana y Molly habían ido juntas a Hogwarts y desde entonces se habían vuelto inseparables y por ese mismo motivo sus hijos pasaban gran parte de sus días juntos, hasta ese momento en el que Charlie le confesó a Daira que estaba enamorado de la mejor amiga de esta, Dora Tonks, la joven metamorfomaga perteneciente a la casa de los tejones, y por la que Charlie había empezado a sentir sentimientos unos meses atrás pero no se atrevía a confesarla nada. Desde el momento de la confesión de Charlie, Daira se había vuelto más distante con el pelirrojo hasta el punto de apenas dirigirse la palabra o de no asistir a la Madriguera a comer a pesar de que amaba la comida que preparaba la señora Weasley.
Pero sin duda Daira estaba preparada para el nuevo inicio de curso, ya sabia en que quería trabajar y con quién, ayudaría a un viejo amigo de su abuelo en la búsqueda y cuidado de animales fantásticos, si la joven Daira trabajaría bajo las órdenes de Newt Scamander, pues desde pequeña había estado enamorada de todos y cada uno de los animales de los que había escuchado hablar gracias al libro de Newt, "Animales Fantásticos y dónde encontrarlos", y ahora gracias a la ayuda de su abuelo trabajaría con el propio autor del libro.
Quizás por eso Daira no se encontraba nerviosa por empezar su último curso o quizás era porque dejaría de ver al que fue su mejor amigo coquetear con la tejona.
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~EN UN MUNDO DE DRAGONES~
FanfictionY con el paso del tiempo descubrió que estaban hechos el uno para el otro.