Capítulo 1

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Capítulo 1.

—¡Arriba, señorita! —gruñe papá y me quita todo el edredón de encima. Suelto un grito por la sorpresa y abro mis ojos. Veo borroso y después me acostumbro a la luz.

—Pero es muy temprano… —digo roncamente. Papá niega molesto.

—Tienes treinta minutos para estar lista, te espero abajo —escupe de mala gana y sale de mi habitación.

Ruedo en la cama y miro el reloj. 8:27 AM. Mierda, mierda, mierda. Aprieto los ojos y me levanto de golpe de la cama. Camino rápido hacia el baño de mi habitación y me desnudo tan pronto como puedo. Abro la regadera y cuando esta lista, dejo que mi cuerpo se moje con la lluvia de gotas.

Una vez lista, bajo hacia la cocina, papá está ahí platicando con Pete, le sonrió como todas las mañanas y tomo el vaso de naranja que papá siempre tiene para mí en la mesa.

—No creo que tengas el suficiente tiempo para desayunar —me dice papá—. Tienes que levantarte temprano, Chloe.

Asiento y una vez terminado lo llevo hacia él lava trastes.

—Ya estoy lista —anuncio. Pete se adelanta a salir de la cocina, dejándome con papá.

—Bien,  vámonos —papá camina y voy tras de él. Tomo mi bolso del sofá y lo alcanzo. Una vez que llego hacia la cochera, papá se hace a un lado y me deja pasar primero en el automóvil, cierra la puerta y después entra el en el lado del copiloto. Pete va manejando.

El camino es puro silencio. Pete me echa varias miradas de vez en cuando, cerciorándose de que este bien. Papá solo mira por su ventana y de vez en cuando le pregunta a Pete cosas que no logro entender. Giro los ojos cuando habla de esa manera… tan bajo y con palabras extrañas.

Después de largos minutos, hemos llegado al colegio. Suelto un suspiro, odio este lugar con toda mi vida. Papá me mira por el retrovisor y se inclina hacia atrás. Le doy un beso en la mejilla y bajo del auto. Checo el reloj en mi muñeca izquierda, son las 9:09 AM, suelto una maldición por lo bajo y comienzo a caminar rápido por los pasillos, doy vuelta por uno de ellos y termino chocado con alguien. Abro los ojos cuando me doy cuenta quien es. Dios, hoy no, por favor.

—Diablos, no puedes ser más estúpida —se queja Loreley sobando su brazo. Muerdo mi labio y comienzo a respirar fuerte.

—No te vi —contesto por lo bajo. Ella sonríe irónicamente y lleva uno de sus dedos a su cabello, enredándolo en este.

—Es claro que no, lagartija.

—Tengo que ir a clase —digo tratando de romper el silencio. Su sonrisa se hace aún más grande y se acerca a mí, mientras recorre todo mi cuerpo.

—Joder, Chloe. ¿Qué se supone que vio Justin en ti? —hace una mueca llena de asco—. No tienes tetas. Supongo que cuando follas con él no te quitas la blusa de pura vergüenza, ¿Verdad?

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