Maybe

Capítulo 6

Con la bandeja en mi mano, camino buscando una mesa vacía para sentarme. Pero la mayoría de las mesas en la cafetería están ocupadas. Suspiro fuertemente y camino hacia las escaleras de la cafetería, pensando en sentarme en ellas.

—¡Hey, Chloe! —alguien grita mi nombre. Confundida comienzo a buscar quien fue el o la que me grito—. Por aquí —veo una mano alzada a unas mesas de mí. Stephanie baja su mano cuando se da cuenta que la he visto. Camino con cuidado hacia ella y la observo. Siento como las miradas de las demás chicas en la mesa se clavan profundamente en mí—. Siéntate con nosotras.

—¿Estas segura? —pregunto mientras miro a las demás chicas.

—Sí, siéntate —me hace un espacio y me coloco enseguida de ella—. Ustedes no sean unas perras y saluden a Chloe —se dirige a sus ¿Amigas? ¿Compañeras? Ellas miran estupefactas a Stephanie.

—Hola —susurro hacia ellas. Son tres chicas y solo una se me hace conocida, ya que va en varias clases conmigo.

—Hola —contestan las tres al mismo tiempo. Se voltean a ver entre sí y se ríen.

—Ella es Natasha —señala a la chica que está sentada enfrente de mí. Su cabello es corto y negro. Sus ojos me miran incomodos, pero igual me sonríe. Le devuelvo la sonrisa—. Ella es Kris —apunta a la chica enseguida de Natasha, asiento. Ella es la que iba en varias clases conmigo. Le sonrió igual—. Y esta que se encuentra enseguida de mi es Carly —Carly me dedica una sonrisa enorme y eso me hace sentirme cómoda—. Como te das cuenta, ella es la menos perra de todas —suelto una risa tímida y asiento hacia Carly, ella me guiña el ojo y continúa comiendo, como las demás chicas.

Algo nerviosa, comienzo a comer mi pedazo de pizza. Hace demasiado tiempo que no comía en la cafetería acompañada.

—Chloe, ¿Qué tu no eras amiga de Miranda? —Dice Natasha. Me pongo tensa.

—Si… éramos —contesto tristemente. Natasha asiente.

—Oh —Natasha me dedica una sonrisa a avergonzada.

—Nat, tienes el poder de tensar los momentos —dice Stephanie.

—Yo solo preguntaba —se defiende.

—Está bien, no tiene nada de malo que me haya preguntado —le dedico una sonrisa. Ella se relaja en su asiento.

—De acuerdo. Miranda jamás me agrado, cada vez que la veo me imagino a esas Barbies con las que juega mi hermana.

Suelto una risita, tenía razón, yo igual siempre me imaginaba eso. Miranda era demasiado linda como para ser real.

—Cierto, es como una Barbie viviente —apoya Kris, ella hace una mueca—. ¿Cómo podías estar cerca de ella? ¿No te daba miedo que se convirtiera en una de esas muñecas asesinas?

—Deja de ver películas, te están dañando el cerebro —espeta Carly totalmente burlona. Kris la fulmina con la mirada divertida.

—Oh, sigan así y esta será la última vez que Chloe se siente con nosotras, creo que le empiezan a dar miedo.

—Está bien —encojo mis hombros—. Igual pensé eso varias veces. Es demasiado linda como para que ella fuera real.

Y así pasamos todo el almuerzo en la cafetería, hablando de Miranda y su perfección andante. Me costaba a veces comentar sobre ella, la extrañaba y mucho. Pero yo ya había hecho mi parte de disculparme, ella no quiso seguir nuestra amistad y estuvo bien, no la iba a obligar a nada.

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Camino hacia la salida y veo a Tom a lo lejos platicando con los chicos de su equipo. El me mira y me sonríe. Lo saludo con la mano y camino hacia una de las bancas para esperar a papá.