El día iba en la medida de lo normal, bien, para los hermanos Brown. Una acelerada al corazón para Pame por culpa de Timothy pero bien. Ambos se encontraban sentados debajo de uno de los tantos arboles de la universidad, Loras se encontraba molestándole el cabello a Pame mientras está prácticamente dormía en su pecho. Su simplicidad era bastante envidiable, muy pocas veces peleaban y eso se debía a que la mayor parte del tiempo, siempre se encontraban de acuerdo el uno con el otro.
El teléfono del chico comenzó a sonar rápidamente causando que su hermana se levantara mirándolo mal por causa del tono de llamada que tenía. Era completamente fastidioso y sonaba como un concierto de heavy. Ella no tenía nada en contra de ese estilo de música, en realidad le encantaba pero sencillamente ese tono de llamada le recordaba a un muy mal concierto de Heavy Metal.
—Es Braxton — Dijo mostrándole el teléfono. Pame lo tomo y respondió, no sin antes colocar la llamada en altavoz.
—¡Jefecito! — Exclamo Pame con emoción. A pesar del tiempo, a ella le seguía agrandando llamarle así, aunque ya no fuese solo el jefecito de su hermana. Braxton era el novio de su hermana Samantha. Los mellizos tenían una muy buena relación con él, desde el día que se conocieron, hicieron clic de cuñados. Ambos le tenían mucho aprecio al hombre.
—¿Es tan difícil llamarme cuñado? —Pregunto.
—No, pero me gusta llamarte Jefecito. Suelta la sopa, ¿para qué llamas a mi otro yo?
—¡Eh! Tu eres mi otro yo, recuerda que yo nací segundos antes que tú y está comprobado. Soy tu hermano mayor, respétame — Refuto Loras causándole una risa del otro lado de la línea a Braxton Abbruzzi.
—Dejen la discusión para otro día, ahora los necesito juntos. Necesito su ayuda, quiero llevar a Sam a una exposición de arte pero no quiero dejar a los chicos solos, ni tampoco quiero llevarlos, mañana Sandy tiene examen y Bradley tiene revisión de un trabajo a la primera hora. Quiero que descansen y ustedes conocen a su hermana, me dirá que no porque sabe que los niños no pueden trasnochar, entonces...—Se tomó un tiempo esperando la respuesta de los mellizos.
—El próximo mes de netflix lo pagas tú —Propuso Loras.
—¡Hecho! —Exclamo el chico desde el teléfono.
—Amo ser tío —Expreso lanzándose al pasto sonriente.
—Pero con una condición...—Dijo su cuñado.
—Ya no lo amo tanto, ya me estoy arrepintiendo —Siguió Loras.
—Samantha no se puede enterar. Esto es contigo P, se entera y exploto tu teléfono celular con mis técnicas de hombre de las cavernas y no será nada bonito créeme —Amenazo.
— ¡Oye, solo nosotros podemos amenazar con explotar celulares! —Grito ella acomodándose sus gafas y señalando el teléfono. Aunque él no se encontrara mirándole, ella estaba señalándolo con el ceño fruncido —. Pero está bien. Me agrada a idea, pero el demonio come galletas ajenas se queda encerrado.
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FUERA DE JUEGO | LIBRO #2|
Teen FictionÉl sabía de su existencia al igual que sabía de la existencia de muchos más, pero ella realmente no había llamado su atención y la verdad detrás de todo aquello era que ninguna chica podía caer en sus redes. Porque no había ninguna que la atrapara a...