Capítulo 26.

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*Esto ocurre un año después del epilogo de 1NPMH, no se conectan pero igual les aviso por si leyeron la novela anterior y les emociona lo que aparezca aquí*

*Esto ocurre un año después del epilogo de 1NPMH, no se conectan pero igual les aviso por si leyeron la novela anterior y les emociona lo que aparezca aquí*

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3 Años después

La vida de una persona puede cambiar de la noche a la mañana. El futuro de una persona es incierto, pero no infeliz. Somos los propios creadores de nuestra felicidad, cuando llenamos todos y cada uno de nuestros espacios vacíos.

Miro por última vez el lugar que había sido su hogar durante cuatro años, se había encariñado con su apartamento y verlo vacío como lo vio por primera vez la lleno de recuerdos. No todos fueron buenos, pero en una balanza de buenos y malos, eran más las cosas positivas que habían vivido en ese lugar. Fuera de su pequeño hogar se encontraba el camión con sus cosas y fuera se encontraba su hermano mellizo hablando con el hombre de la mudanza. El último año había sido esperanzador para todos, Loras se había graduado con honores y Pame también, tenía un trabajo estable ahora en San Francisco siendo la gerente de la nueva sucursal que se abriría el grupo con el que se encontraba trabajando en el lugar, Rowen estaba esperando otro bebé con su esposo Paul y Bastian se encontraba radicado en Argentina desde hace unos meses, la vida iba muchísimo mejor allá para él y su bebé, trabajaba en una escuela de arte y amaba cada minuto de aquello. Aprendía a hablar mejor el español y a veces sacaba de quicio a Pame de esa manera o a Samantha. En cuanto a su hermana mayor, ahora se encontraba casada, con un anillo increíblemente grande adornando su mano y una sonrisa de enamorada las veinticuatro horas del día. Todo marchaba estupendamente bien.

Olivia salió de la cocina con unas cajas en sus manos. En cuanto a su mejor amiga y su hermano, habían terminado, hace dos años ya. Al final resultaron no ser el uno para el otro y lo entendía en algún punto, ahora eran grandes amigos y adoraban pasar tiempo de calidad juntos. Eran de esas exparejas que simplemente se guardaban agradecimiento y nada de rencor. Jackson y Ximena por su parte se encontraban comprometidos, cuando Pame se enteró no pudo creerlo, pero al final supo que era verdad y con la maravillosa propuesta y compra de los Patriots para con Jackson, ambos estaban haciendo planes de casarse e irse a vivir en Boston.

—Pensé que después de estos tres largos e interminables años te irías de nuevo a Seattle—Comento su mejor amiga mirándola con tristeza. Aunque ya todos sabían de antemano que Pame no regresaría a Seattle de manera definitiva, su amiga seguía guardando una pequeña esperanza de que así fuese, de que en algún momento su chica volviese, a lo mejor algún día.

—Creo que Seattle no es mi lugar, amo mi ciudad, no me malinterpretes. Pero creo que San Francisco guarda muchas cosas buenas para mí, en especial; seré toda una jefe. Es una gran oportunidad, una que ni loca desaprovechare, no siempre te gradúas y a los dos días ya tienes un trabajo estable y duradero.

—Bueno, ya estás hablando como toda una adulta—dijo riendo la chica.

—Bueno, ya tengo 23, soy toda una mujer adulta. Con sobrinos gigantes y gordos, muchos más en camino y una nueva sucursal que manejar. Me siento toda una girlboss—hizo alusión a la serie que la había tenido enganchada las últimas semanas. Mientras se tomaba un tiempo para aceptar muchas cosas acerca del cambio que su vida iba a dar en poco tiempo.

FUERA DE JUEGO | LIBRO #2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora