»—¡No creas que me ganaras!— Replicó al mismo tiempo que tiraba de las riendas que sujetaban al caballo.
—Vamos Jean, esto no es necesario, si nos ve el capitán nos reprendera sin pensarlo un segu..
—¿¡Qué dices!? ¿¡Acaso tienes miedo Bott!? — Se burlaba con una clara sonrisa en su rostro.
—N-No... Bueno si. No deberiamos estar haciendo esto.
—Vamos, no es para tanto.
Persuadía, mientras miraba de soslayo el pelinegro, el cual le regalaba un tierna sonrisa. Volvió su vista hacía el frente, para divisar su camino pero tan pronto como lo hizo, vio una gran muralla, y un enorme ser que se asomaba de esta. Detuvo su caballo, para después voltear a ver a su compañero.
—¡Jean!
Exclamó aterrado, al mismo tiempo que se detuvo.
—Debemos irnos.
—¡Marco! ¡Marco!
Se acerco montando a el, una vez cerca lo jaló de la mano para que este se empinara y hací unir sus labios en un cálido beso.
—Marco, esto no debe separarnos.
—Nunca te dejare.
—¿Lo prometes?
—Con mi vida.«
—P-Pero. . .— lleve mi mano sobre la suya en un vano intento por separarme.
—¡¿Qué demonios estabas a punto de hacer?¡ ¿¡Así es cómo trabajas!? ¿¡Te aprovechas de tus pacientes!? — Por cada palabra que mencionaba, no, gritaba, aumentaba la fuerza en su agarre, estaba iracundo, y todo eso por aquella escenita. Retiro una de sus manos sobre el cuello de la camisa ajena, formando un puño con la misma, y más que dispuesto a clavar esta directo a la cara del pecoso. Pero eso fue interrumpido, pues el electrocardiógrafo comenzó a sonar más de lo normal.
Ambos voltearon hacía el bicolor, que yacía postrado sobre la cama.» —¿Marco?— se cuestionaba el bicolor ante aquel cadáver incompleto. Pasó saliva amargamente. Esto no podía ser cierto, era una estúpida broma, si, eso era, una broma. Pero, fue una voz que lo hizo entrar en si, volviéndolo a la realidad, a la cruel y cruda realidad.
Escucho con atención las palabras de la mujer, para después responder vagamente, pues están demás decir que el cadáver ahí era de su amigo... No más que eso...«.Las enfermeras hicieron acto de presencia en breve, tomando sus signos vitales inmediatamente, así mismo informaron al médico correspondiente, sacando al castaño de la habitación. Por mientras tanto Marco, atendía a las indicaciones de las enfermeras, más no se necesito de la presencia del médico, pues el bicolor se hizo estable de manera inmediata, dejando a los presentes con cierta intriga.
Marco, con la misma confusión, probablemente más, se dirigió hasta la salida, pero una voz lo detuvo.
—Marco... ¿Por que me dejaste?
Se detuvo, justo cuando estaba por girar la perilla. Un escalofrío recorrió sus cuerpo, estaba atónito, esto resultaba algo incoherente para el, no podía ser cierto. Debía ser su imaginación, si, eso era, o tal vez se trataba de otro Marco.. Eso era lo más adecuado.
Prefirió ignorar eso, abriendo asi la puerta, topándose de primera con los ojiverdes furiosos que amenazaban con arrebatarle la vida solo con la mirada.—Alejate de el.
—¿Perdón? Lo siento, creo que hay un mal entendido. El es mi paciente, no puedo hacerlo.
Replico sin molestia al mismo tiempo que dedicaba una sonrisa tan propia de el.
—Se lo que tramas, y no te lo voy a permitir.
De un momento a otro, el cuerpo se le tenso, sus nervios se alteraron, y su pensamientos vagaron de una hipótesis a otra.
Ahora que lo recuerda, el también es policía, ¿Sabra acaso lo de su plan? No es propio de el claro, pero el ejecutara tal acción.—Lo siento, esta equivocado.
Respondió sin quitar su sonrisa, para después pasarlo de largo, sin decir nada más.
—Te estaré vigilando.
Amenazó en castaño con toda seguridad, cosa que hizo estremecer al azabache, pues aunque no lo quisiera, seria un criminal.
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Disculpen la demora del capitulo y lo corto del mismo, ciertos acontecimientos me han impedido actualizar.
Esperó este siendo de su agrado, y poder continuar esta historia. Son bienvenidas criticas e ideas. Gracias por leer. ❤
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¿Destino o casualidad?
Fanfiction-Nunca te dejare. -¿Lo prometes? -Con mi vida. El lo había prometido, pero, me dejo, sólo, a la deriva. Un promesa es una promesa, no importa el tiempo ni el espacio. Una promesa hecha con el corazón se debe cumplir, aunque eso implique desafiar las...