—¡Bienvenidos¡— exclamó una mujer de cabellos castaño y lentes, llevaba en las manos una tabla de registros. —Soy la médico Hanji Zoe, del área de familia general. Seré su guía a cargo. — informó con alegría.
—Les mostrare cada área de este hospital, después los dividiremos según el área que ejercerán.—
Todos lo jóvenes asintieron. La mayoría se contagió de la alegría de esa mujer, no lo niego, es graciosa, aunque demasiado para mi gusto.
Tome apuntes de cada departamento, quizá me serviría en el futuro.
El recorrido fue más lento de lo que esperaba, quizá se debió a las constantes paradas de la médico Hanji saludando a los pacientes y demás trabajadores, bueno, me pareció lindo debo admitirlo, pero mi estadía en este lugar no se debía precisamente a eso.—Y esta es la sala de neurocirugía y el fin del recorrido.— anunció con entusiasmo — A continuación les daré su área de trabajo y el paciente que han de tratar.—
Nuevamente tardó más de lo esperado, era demasiado sociable a decir verdad.
—Marco bodt.
Por fin, mi turno.
—¿Si?
— Cirujano ¿eh?— cuestionó mientras me miraba a ceja arqueada, no pude evitar sentir nervios.
—S-si... — balbuce, mientras un leve sonrojó cubrió mis mejillas, por lo cuál decidí desviar la mirada.
—Hum ... Ya veo. Estarás en el tercer piso, habitación 15 de cuidados intensivos. Al llegar una enfermera estará esperándote con el expediente. ¡Suerte!—
—G-gracias.Asentí y emprendí mi camino.
Sentí el camino algo extenso, probablemente debido a mis nervios, ¿Qué paciente me tocaría? ¿Un infante? ¿Una madre o padre de familia? ¿Sera amable?
Suspiró, por fin había llegado, la enfermera se encontraba esperándolo.
—Buenos tardes— si, tardes, la señorita Hanji se llevo toda la mañana mostrándoles el hospital.
—Buenas tardes. ¿Marco Bodt?.
—Si.
—Este es el expediente de su paciente, no cometa errores o sera regresado de manera inmediata a la facultad.Asentí amable mientras tomaba el expediente. A decir verdad, la enfermera me pareció un poco ruda, esperaba un poco más de amabilidad de su parte. En fin, comencé a revisar el expediente al mismo tiempo que abría la puerta.
—Jean Kirschtein... — me dije a mi mismo mientras entraba a la habitación, cerrando la puerta detrás.
—¿Si?Respondió el paciente, al parecer me había escuchado. Esboze una sonrisa y levante la vista para poder presentarme.
—Hola, mi nombre e....—
Me quede atónito al mirarlo, por alguna razón sentía nostalgia.
—¡Hey! ¡Los papeles!La voz ajena me sacó de mis pensamientos, había tirado los papeles de manera inconsciente, de inmediato procedí a levantarlos, pero nuevamente su voz me interrumpió.
—¡Hey! ¿Por qué lloras? No era mi intención gritarte.¿Qué? Lleve mis manos a mis rostro. Palpé mis mejillas, efectivamente, estaba llorando pero, ¿Porque?
—L-Lo, lo siento.
—¿Ok?... Si quieres llorar puedes salirte, no es necesario que yo te veaLimpié mis lágrimas tan rápido como pude. El paciente parecía molesto, y le doy la razón. El esta mal herido y en recuperación y el llorón aquí era yo.
—L-Lo lamento. — me disculpe nuevamente, pero a el parecía no importarle.
Ya recobrando la compostura me acerque, mientras terminaba de leer el expediente.Jean Kirschtein.
24 años de edad. Herida de bala en el hombro y brazo izquierdo.¿¡Qué!? Mi paciente probablemente era un delincuente, por dios, esto no podía ser cierto.
—Tengo hambre.
—Oh...
—¿Qué? Ve a traerme algo de comer.
—Ah, si, si. Ya vuelvo.Sin duda alguna mi paciente era un delincuente.
Deje el expediente sobre el buró y salí de inmediato de la habitación.
Me dirigí al comedor y pedí una porción. Aun me seguía preguntando el porque de mi anterior comportamiento, pero creo que no era el momento para pensar en ello.
Suspire al llegar a la habitación, pose la mano sobre la manija y la gire para después abrir la puerta.
—Aqui es... ¡No!.El paciente no estaba. Calmate Marco, seguro esta en el baño, intente persuadirme a mi mismo.
Me dirigí a revisar toda la habitación, pero no, no había rastro alguno.
Esto no puede ser, es mi primer día, mi primer paciente, no podía ser posible. Perdí a mi paciente.
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¿Destino o casualidad?
Fanfic-Nunca te dejare. -¿Lo prometes? -Con mi vida. El lo había prometido, pero, me dejo, sólo, a la deriva. Un promesa es una promesa, no importa el tiempo ni el espacio. Una promesa hecha con el corazón se debe cumplir, aunque eso implique desafiar las...