➳ chapter 009

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-Estas bien enterado de todo a pesar de tener tantos años sin venir – No puedo evitar el desdén de mi voz. 

-Un par de años no son...

-Cuatro años – Le interrumpo. Gira hacia mí y sonríe burlón.

-No respondiste a mi pregunta – Sigue, ahora serio.

-No me hiciste ninguna pregunta, tú afirmaste

-Sabes a lo que me refiero – Masculla. Largo un suspiro antes de responder.

-Necesito que me lleven a cualquier sitio al que no pueda ir andando, aunque prefiero tomar el autobús, pero tu madre me lo prohíbe... es muy buena conmigo, dice que es por mi seguridad - Admito, mientras me remuevo incomoda en el asiento de cuero. La verdad es que no me quedaba de otra, tengo que soportar a Alejandro 

-No sé conducir - Digo con una tímida sonrisa.

-Entiendo – Levanta las cejas al cielo y esto provoca que su frente se arrugue sin ocultar su sorpresa.

-Unjú - Digo distraída admirando las manos musculadas que hacen girar el volante mientras el automóvil cruza las verjas de la casa para poner rumbo a la ciudad al otro lado de los muros –Pero ni tu madre ni yo pensamos en que me haría falta conducir cuando me hizo la entrevista de trabajo, además mi prioridad es ocuparme de Amelia.

-Podrías aprender.

-He suspendido el examen unas cuantas veces. En realidad, no quiero volver a intentarlo – Confieso a mi pesar.

-¿Cuántas veces? - Pregunta con naturalidad. Me gusta el rumbo de la conversación, es segura, neutral y más o menos cómoda. 

-Seis – Vuelvo a removerme en mi asiento, para luego ponerme rígida – Eso fue suficiente para mí. Tengo mala coordinación y una percepción espacial pésima. Todo el mundo tiene alguna debilidad, esa es la mía y puedo vivir con ella. 

-Cualquier idiota puede conducir - Replica ¿Acaso me acaba de llamar idiota?, Quiero reprocharle pero no lo hago.

El que Alejandro no tenga que llevarme me supone un gran alivio. Yo sé que el vio nuestra pequeña riña, quiero explicarle lo que en realidad pasó, explicarle que busco alejarme de ese hombre, pero debo reconocer que temo lo que piense de mí. – Te enseñaré mientras estoy aquí – Dice guiñándome un ojo, mientras sonríe y deja ver los hoyuelos más encantadores que he visto. "Reacciona, Karol" "Mujer respira, respira", mi subconsciente me cachetea, "Ruggero es coqueto, mujeriego y esas son las tácticas para llevarte a su cama, reacciona ilusa".

-Gracias, pero no – Digo con una mueca.

-No era una sugerencia, sino una orden – Su tono es letal – Para cumplir con eficiencia tus obligaciones, deberías poder conducir – Prosigue algo furioso, y es más que obvio que no le gusta el NO. ¡Cantantes!... ¿Qué se creerán?

-Trabajo para tu madre, no para ti. No tengo que hacer lo que tú me órdenes - Gruño, este chico hace que me irrite.

Flexiona los dedos sobre el volante. Lo miro de reojo y noto la tensión de su rostro, que indica a las claras que no está acostumbrado hacer lo que se le venga en gana. Después de un incómodo silencio llegamos al fin a la nueva casa.

En la entrada, varias furgonetas y vehículos de carga nos dan a saber la presencia de constructores y proveedores.

Ruggero baja del coche tan rápido que por un momento me hace sentir fatal por haberlo cabreado, lo imito con toda la rapidez que mis torpes pies pueden. Lo sigo en silencio, entramos al vestíbulo que está en estado deplorable, cuando Lucas, el hijo del dueño de la empresa constructora que está a cargo de la reforma, baja las escaleras. 

Sus bellos ojos negros, me observan con brillo mientras acorta la distancia entre nosotros saludándome con un beso en la mejilla, sonrío tímidamente e incomoda a modo de saludo debido a que Ruggero no aparta la mirada del chico frente a mí.

-Karol, te estaba esperando, quería hablarte sobre...

-Él es Ruggero – Interrumpo a toda prisa – Es el hijo de Antonella – los presento y la situación se ha vuelto más tensa. Ruggero al parecer no sabe lo que es cortesía, mira con desagrado a Lucas y al este, ofrecerle la mano por poco la rechaza. Lucas se comporta de manera amable, ofrece a enseñarle todos los avances y las remodelaciones, El castaño asiente con desgana reflejando que no le interesa en lo más mínimo esto. Estoy realmente disfrutando su cara de frustración y enfado con cada palabra de mi amigo.

Cuando subirnos al segundo nivel, saco mi móvil de la bolsa para hacer fotos y enseñárselas a Antonella. 

-Esta será la habitación principal – Nos dice Lucas de lo más entusiasmado. Al entrar me doy cuenta de que la habitación está quedando bastante bien.

Mientras ellos entran en la estancia, yo me quedo un momento en el umbral, observando cómo hablaban sobre las futuras mejoras y cosas por el estilo. Al lado de Ruggero, Lucas parece pequeño, delgado y casi hasta infantil. Ahogo una risita ante el hecho de que, hacía solo tres días que yo había decidido que era el tipo más caliente, atractivo y guapo como para intentar... ir despacio en algún tipo de relación. Suspiro. Me siento avergonzada y confusa, ahora mismo no estoy segura si debería seguir con la "Cita" que teníamos para esta misma noche, de verdad Lucas me gusta, pero...

Toxica Atraccion. {Ruggarol}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora