➳ chapter 002

973 49 0
                                    


- Porque mami le ha dicho a la abuela que al tio Ruggelo le encanta jugar con cuantas muñecas posee y que su pollo nunca está quieto o algo así - Me informa con inocencia y yo casi me hago por lo que me ha comentado.

-¿Su pollo? - pregunto, riendo aliviada al saber que no ha escuchado bien lo que quiso decir Julieta.

-Espero que el tío Ruggelo juegue conmigo, a mi también me gustan las muñecas- La escucho y suspiro, no contestaré a eso. Sé quién es Ruggero y con qué clase de muñecas juega, Barbies humanas de carne y hueso, que abren fácilmente las piernas con un par de shots -La abuela dice que él es muy bueno- prosigue ante mi silencio

- Si... así es - dije haciendo una mueca, se me da horrible mentir- La señora Antonella tiene toda la razón - Esta cegada completamente, ¿Acaso no lee las noticias de su preciado hijo en Internet?... ¡¡¡por Dios!!! claro que no, prefiere ignorar la realidad.

Una vez vestida, y perfectamente arreglada tomo sus crayolas preferidas, junto con hojas en blanco del pequeño escritorio, los esparzo - Pinta un poco pequeña, iré por tu desayuno - Le doy un corto beso y salgo de la habitación para dirigirme a la cocina.

- Buenos días, Nana - Saludo con agrado a la cocinera, quien en el año que tengo trabajando aquí se ha convertido en muy buena amiga. Ella me respondió con una de esas brillantes sonrisas que te levantan el ánimo - He venido por el desayuno de Amelia- le informo.

- Si, aquí está - murmura, mientras termina de servirlo.

- Gracias Nana, se lo llevaré y luego puedes decirme en qué te puedo ayudar. La Señora Antonella quiere que todo esté "Perfecto" - le sonrío haciendo comillas con mis dedos en el aire.

- Ya me la imagino - ríe un poco - Debe estar muy entusiasmada por la llegada del niño Ruggero. Ya era hora de que a ese mocoso se le pasara el berrinche porque su madre se ha casado por segunda vez - Prosigue, mientras continua sirviendo el desayuno - La verdad es que ese muchacho no se merece una madre como Antonella, y ella es demasiado buena para ver los defectos de su hijo.

- Es su madre, Nana, está genéticamente diseñada para amarlo - La voz de Julieta me sobresalta, la observo entrar en la cocina con sutileza y dejarse caer sobre una de las sillas del comedor de la servidumbre, para luego tomar una de las manzanas verdes del centro de la mesa y llevarla a su boca - No se da cuenta de que mi dulce hermanito ya no es tan dulce - Masculla, haciendo una mueca por el ácido de la manzana en su boca.

- Otra vez desacreditando a tu hermano, Julieta - Antonella la mira con rostro fruncido y enfadoso cuando atraviesa el umbral de la puerta. La verdad es que siento un poco de lastima por ella, debe ser terrible escuchar ese tipo de cosas de alguien a quien adora. También siento lastima por las bobas que se enamorarían de Ruggero Pasquarelli, ese chico no tiene remedio.

-¡Oh! Madre, no lo desacredito, él me ahorra el trabajo, el hecho de que no quieras ver la cruda realidad, ese es tu problema. Y tu, Karol - Escucho mi nombre en sus labios y por instinto subo la mirada llena de asombro a su bello rostro, enmarcado por hebras de cabellos castaños y rebeldes - Deberías cuidarte mientras él esté aquí - La sonrisa siniestra en su rostro no me pasa desapercibida -Conociendo su fama, lo más probable es que...

-¡¡¡Nada!!!, ¡Ya basta con tus comentarios despectivos, Julieta! -Vocifera Antonella, interrumpiendo a su hija - Karol, no le hagas caso, cariño.

-No lo hago señora - Una tímida sonrisa se apodera de mis labios. Avanzo hacia la mesa y así tomar la bandeja con el desayuno de Antonella y escabullirme fuera de esta riña familiar, me aterra que se les ocurra pedir mi opinión.

- ¿Ese es el desayuno de Amelia? - Asiento ligeramente - Bien, yo se lo daré - Avanza hasta a mí y lo saca de entre mis temblorosos dedos.

-Pero Señora...

-Pero nada - Otra dulce sonrisa se forma en su boca - Tomate un descanso, ayer trabajaste mucho - Una vez dicho esto sale de la cocina sin esperar mi respuesta. Todos nos quedamos mirándonos, sin articular palabra; para nadie aquí es un misterio que yo soy "privilegiada". Para Antonella nunca he sido una empleada y son muy pocas las ocasiones en la que me ha ordenado hacer algo, a pesar de que es mi trabajo. Nana dice que debería aprovechar mi buena suerte, pero yo siento algo extraño, es como si Antonella me quisiera cerca y eso, realmente no me molesta, lo que me intriga es no conocer las razones por lo que lo hace.

-Bien... - interrumpo el incómodo silencio - Nana, cualquier cosa que necesites, estaré en el jardín - Giro sobre mi eje y troto a toda prisa hacia la puerta. Al pasar por el lado de Julieta esta no aparta la vista de mí.

-No olvides lo que te he dicho - Masculla la castaña deteniendo mis pasos. Giro mi cabeza sobre mi hombro para lanzarle una última mirada, asiento y sonrío. Esta familia está toda loca, y yo que me quejaba de la mía.

Todos Los Créditos A Su Hermosa Autora: @BarbieStyles101

Toxica Atraccion. {Ruggarol}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora