Toxica Atraccion. {Ruggarol}

➳ chapter 015

Ruggero's pov  

- Estas tan mojada - Comento, mientras le introduzco uno de mis dedos, acto seguido la escucho gemir y retorcerse bajo mi toque. 

- Dime. ¿Responderías así a otros? - Le introduzco dos dedos, ella solo gime. Lleva su cabeza hacia atrás dejándome su perfecto cuello a la vista. Lo recorro con la punta de mi lengua a la vez que mi mano libre se hace un puño en su cabello castaño, lo halo y manejo su cabeza para que su cara quede frente a la mía. 

- Responde - Exijo, hundiendo mis dedos más profundo en su sexo.

- No - Jadea - Solo a ti. 

Sonreí ante aquella confesión.

Karol's pov

«Dile que no, dile que no quieres esto», me urge una vocecita en la cabeza, pero el deseo de que siga, es tan intenso como para luchar contra él. Tiemblo al sentir que mis senos tensan mi sujetador que parece incapaz de contenerlos, y el cosquilleo en mi entrepierna está desenfrenado. Siento sus dedos introducirse y salir de mi una y otra vez y sé que tendría que estar protestando y diciéndole que no era esa clase de mujer. Pero en este momento, con la mano de Ruggero sobre mi carne ardiente, me doy cuenta que no soy capaz de resistirme a la tentación que es tener a Ruggero Passquarelli acariciando mi clítoris. Yo gimo e intento no perderme en el enloquecedor placer que me provocaba su contacto.

Ruggero's pov

-Ru-Ruggero - Tartamudea obviamente sin poder recuperar la voz. 

-Sí... - Susurro, echando la cabeza hacia delante para volver a atrapar su boca ya enrojecida. -No te imagino con alguien. Te quiero desnuda y postrada de espaldas sobre mi cama, te daré tanto placer que no volverás a querer estar con otro, solo conmigo. Ahora, déjate ir hasta el final, preciosa, quiero que te corras...vamos, nena correte quiero sentir todo lo que tienes para mí. Muevo mis dedos más rápido, haciendo círculos dentro de ella, gime con desesperación e instantáneamente siento ese delicioso liquido recorrer mi mano, su grito de éxtasis se escucha por todo el interior del vehículo.
Me siento extrañamente satisfecho, apoyo mi cabeza en el respaldo del asiento. Le recoloco las bragas y le bajo la falda mientras ella sigue sobre mi regazo, respirando entrecortada y con dificultad. Esta es mi marca, la he marcado: ahora es mía, lo quiera ella o no.
Esta chiquilla es la chica más excitante que he tenido en mis brazos. No puedo creer que esté enredada con el idiota bueno para nada de Alejandro al tiempo que responde de tal manera cuando yo la toco, y «Dios mío y que manera de responder".