Comienzo de la vida secundaria

8 2 0
                                    

Luego de un par de días en que todo estuvo tranquilo entre clases y horas libres, de pronto en la clase de Religión la cual Fernando aborrecia, un grupo muy extraño de individuos vestidos de negro totalmente ingresaron a la sala con guitarras e instrumentos más pequeños que Fernando no reconocia a simple vista, iban acompañados de un profesor que antes se habia presentado como Hector Muñoz Diaz que empezó a hablar de una tradición muy antigua llamada pasar el parche, cuando de pronto, Fernando notó que aparte de que todos vestian de negro, usaban tambien panties negras muy delgadas, lo que lo hizo contener una risa.

El profesor lo notó y le preguntó que era tan gracioso a lo que Fernando respondio con un simple - Nada, recordé un chiste que me contaron -. El profesor frunció el ceño continuo su charla hasta que de pronto, cuando hubo acabado de hablar,  un joven de unos 20 años (se notaba que ya habia salido del liceo) que parecia ser el lider tomó de su cinturón un pandero  y lo golpeo, todos los "hombres de negro" comenzaron a tocar sus instrumentos de manera magistral mientras el marcaba el ritmo a la perfección.

Fernando habia estado atento a la música, no tanto a las letras, la encontraba demasiado simple, pero muy atractiva de escuchar. Todo estaba tranquilo, nada fuera de lo común sin contar que 6 hombres vestidos de negro con pantys estaban cantandoles, cuando de pronto, el lider comienza a pedir las palmas a todos y se aleja del grupo hacia la parte de la sala donde no habia nada, todo esto mientras seguia marcando el ritmo para sus compañeros travestis...

   En ese momento el sujeto comenzó a golpear el pandero con diversas partes del cuerpo pero no de manera aleatoria, era más bien una serie de movimientos predeterminados, todo sin perder el ritmo ante la mirada atonita de todos. Fernando no observaba atento y pensó: "Que marica, aunque de mueve muy bien... me pregunto si sus pantys apretarán su...". Dejó sus pensamientos de lado cuando dejó de bailar haciendo una reverencia, ante el aplauso de todos, incluyendo de los hombres, aunque estos eran más por cortesia que por agrado. Fernando notó dos cosas: los demás músicos no parecian sorprendidos por las reacciones y que las chicas del curso miraban con cara de babosas al bailarín.

   Luego de que todo el alboroto el profesor Muñoz anunció que debian partir pero no sin antes, pedir una colaboración "voluntariamente obligatoria" para el grupo, porque ellos eran quienes los representaban ante los otros colegios como Instituto. Fernando entregó un par de monedas mientras seguia observando a sus compañeras con caras de idiota.

  Esa misma tarde, luego de un rato, una mujer alta tocó a la puerta y despues de unas cortas palabras con la Profesora de Artes entró y habĺó de un taller nuevo en el liceo que entregaba, en colaboración con el Instituto Chileno-Frances de Chile clases del idioma para los alumnos. Fernando reaccionó de inmediato porque le pareció interesante y se apuntó para el taller al igual que una compañera muy bajo perfil que no hablaba con nadie, ni siquiera su nombre era conocido para el, solo su apellido cuando la nombraban en la lista del curso para la asistencia diaria.

   Cuando tocaron la campana, un sonido retumbó en el Liceo entero, como solo tenian habilitado el Patio Moneda (Sur) y el patio Bombero Salas (Norte) ya que seguian las construciones en el ala oeste del liceo el sonido fue ensordecedor, eran tambores claramente y venian del patio Moneda. Todos salieron curiosos por ver que sucedia y un grupo de unas 15 personas con tambores y cajas estaba en el primer piso:  Una batucada. Vestian pantalones verdes y una polera de Piqué amarilla con el bordado de un bombo en la espalda. Fernando bajó hasta ahí mientras todo era una verdadera fiesta, chicas bailando samba, chicos saltando, era como estar en el carnaval de Rio, todo era alegria.

   Habiando acabado de tocar el profesor Muñóz pidio un aplauso para la batucada del liceo, mientras todos lo hacian el profesor continuo:

~ El Insuco es caracterizado por sus diversos talleres extraprogramaticos, por eso y por su calidad de profesionales somos reconocidos alrededor de todo el país, tanto la Estudiantina, como la Batucada, la Academia de Canto han dejado muy bien parada a nuestra instutición ante las demás, es por eso que ahora les pido un fuerte aplauso para el taller de Danza Arabe ~. Inmediatamente de escuchó una música de medio oriente y 7 chicas aparecieron en el patio con sus respectivos atuendos de Bellidancer. Fernando estaba hipnotizado, bastante más que cuando los travestis cantaron en su sala, las chicas se movian con una sensualidad increible, se veia bastante trabajo, se acercaban al público para coquetear haciendo guiños de ojo y acariciando los rostros que quienes miraban babosos, ahora era el turno de los hombres...

   Una de las bailarinas se acercó a Fernando y le coqueteo, él no sabia en que parte esconderse, su rostro estaba al rojo vivo de vergüenza cuando la chica le tomó la mano y lo sacó a la vista de todos para bailarle, sus caderas en un vaivén constante, él trataba de no mirarla pero no podia evitarlo, su figura era sublime, su cintura marcada, sus pechos exageradamente grandes, su rostro sexy demostraba que sabia que lo tenia dominado. Fernando estaba a punto de explotar, estaba muy exitado, era la primera vez que una chica tan guapa se le acercaba y además para rematar, le bailaba semidesnuda. Intentaba disimular el hecho de estar erecto aunque no podia, se notaba y bastante en su pantalón, la chica rió y ya acabada la música lo besó en la mejilla y le dijo: ~ Tranquilo ~. El siguio sonrojado y se alejó agradeciendo que por fin terminara esa terrible y grandiosa tortura.

   Al llegar a casa, Abigail lo miró y vio cierto rostro de confusión en Fernando por lo que preguntó:

~ Algo interesante en el liceo?

- No - Respondió - Fue un días común y corriente...

DE A POCO SE ESTÁ FORMANDO LA HISTORIA...

Cronicas Adolecentes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora