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-¿Fred?

-Oh. Hola Golden

El peli-negro siguió mirando lentamente su cuaderno de matemáticas, dibujaba algunos garabatos mientras tarareaba una suave melodía.

-Ya terminaron las clases, vamonós a casa-Respondió el
oji-gris mientras sacudía el hombro de su amigo.

Caminaron por las calles silenciosas intentando entablar una conversación, cosa que ninguno de los dos pudo lograr. No se sentían incómodos, se sentían nerviosos. Todas las personas alguna vez sienten los nervios recorrer sus venas.
Fred se acercó a su mejor amigo y lo miró a los ojos, en ese pequeño momento, tomó su mano lentamente. Al rocé de las dos pieles, sus rostros se tiñeron de rojo, pero eso era normal, todos nos ponemos nerviosos cuando estamos con la persona que amamos. A veces los nervios no son tan malos.

Entraron en la casa y se encontraron con una chica rubia sentada en el sofá, tomando cómodamente un té de manzanilla.

-¿Joy? Pensé que vendrías mañana...-Comentó el rubio

-Tranquilo, vine temprano ya que me quedaré más tiempo-Dijo sonriendo la recién nombrada

Joy, la prima de Golden, solía venir unos meses a vivir a la mansión y luego regresaba a su hogar, era por el trabajo de su madre, ella detestaba estar en su casa sola, oyendo el eco de sus propios latidos.
La rubia tenía su propia habitación en la mansión, tenía paredes de color rosa pastel y estaba decorado de distintos tonos del mismo color.

Fred se quedó hablando con la oji-azul, mientras Golden llevaba el equipaje de su prima a la habitación dicha. Ella se había ofrecido a llevarlo, pero el rubio era todo un caballero.
Dejo la maleta en un pequeño costado de la habitación y se sentó en la cama, contemplando una pequeña cajita de música del color favorito de la chica.

-Asi qué, ella le heredó...con razón no sabía donde estaba-Le dijo al espacio vacío.

Agarró con cuidado la cajita y la abrió, para luego darle cuerda. La pequeña bailarina que yacía en el objeto comenzó a girar, mientras una suave y melodiosa música sonaba, retumbando en las paredes cerradas.

-A ella le gustaba tanto esta caja. Le daba cuerda todos los días.

El sonido siguió sonando por un largo rato, incitando a los recuerdos de Golden a volverse a mostrar en su cabeza. Y ahí estaban, reproduciendose uno por uno como un vídeo.

-¿Qué era lo que ella siempre decía? A...sí, "la música llena el corazón, como el sonido llena una habitación vacía.

¿Qué pasaría si su madre lo veía ahora? ¿Sentiría dolor, tristeza? A el no le importaba. El solo quería que ella sintiera algo. Que pudiera venir con el y abrazarlo.
Pero los milagros no pasan en la vida real, tal vez Golden se había quedado en los cuentos de hadas.

-Aún recuerdo esta canción...

Comenzó a tararearla, sin importarle lo lunático que podía verse a distancia.
Fred entró a la habitación al oír el ruido. Se sentó junto a el y lo abrazó. No entendía su pesar. Ni su tristeza. Tampoco el dolor que sentía al perder a su madre. Pero algo sabía. No lo dejaría solo.

"Clavel"-Goldred #FNAFHSYume #PremiosFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora