XII

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El reino Hope estaba como siempre. Muchas personas cantaban, otras charlaban entre ellas. El ambiente de felicidad era muy cómodo y reconfortante.
Nadie se sentiría mal en ese mundo lleno de esperanza y risas.

-Freddy, Cariño ¿recibiste noticias del Rey?

Joy parecía muy nerviosa, le inquietaba todo lo que pasaba en esos días. El Rey había estado ausente en el trono por más de una semana y sus sirvientes del castillo debían tomar las riendas de la situación. Aún así, los Hope seguían confiando en su Rey, sentían un respeto inquebrantable por él.

-Tranquila, no te impacientes, de seguro esta bien-Respondió el castaño sonriendóle de manera cariñosa. No quería preocuparla más.

-Si..., tienes razón...iré a juntar algunas flores para decorar las ventanas del castillo. Nos vemos luego osito

Con un pequeño beso, la ojiceleste pastió dando brincos hacía el valle de las flores, desbordante de hermosas y delicadas petunias, rosas y otros tipos de flores.
Freddy se quedó mirandóla por un largo rato. Se sentía culpable por no decirle la verdad sobre él Rey. Pero era por su bien, la amaba demasiado para verla triste.

[...]

En otra no muy lejana tierra, otro oso estaba observando la frontera con cierta nostalgia en sus ojos negros. Era como un reflejo de su tempestuoso pasado, lleno de risas y felicidad.
Era muy cerrado con todas las personas, hasta con su mejor amigo Golden. Si se enteraba de que él se cortaba, no seguiría adelante. Se quedaría estancado, undiendose en su propia laguna de tristeza, como él mismo

-¿Por qué miras a los tipos arcoiris?-Preguntó Foxy, mientras afilaba una roca con un filosa cuchilla.

-Por lo mismo que tú. Supongo-Respondió con aire de tristeza
-En busca de alguien...

-¿En serio crees en esas estupideces? Vamos. Cómo si eso existiera...

-¿Qué hay de Bonnie? ¿Eak? ¿Maggie? Ellos...ellos...fueron salvados...¿¡Por qué yo no?!-Dijo con algo más de enfado. Le molestaba la negatividad del pelirojo con respecto a ese tema

-Amigo. Tu sabés porque. Ningún Hope puede salvarte. Estás embrujado

El ojinegro solo bajo la cabeza. El tenía razón, nadie podía ayudarlo. Poseía una pequeña pulsera de candado, llena de la magia más maligna de todo el reino. Esa pulsera mantenía su corazón cerrado para cualquier Hope. No podían salvarlo. No mientras el tuviera la diminuta cadena de plata. Y solo una persona tenía la llave que la abría. Pero no sabía quién. Tal vez ni siquiera existiera.
Le habían prohibido ser feliz. Ser libre. Enamorarse.

-...Lo sé Fox...

-No quise...-Dijo sin terminar la palabra el mayor de altura- Perdón...-Se disculpó mirandólo por primera vez a los ojos

-No importa. No puedes hacer nada contra esto...

Derepente, sintió una punzada de dolor en la cabeza. Estaba pasando otra vez.
Sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, mientras sus pestañas caían como glaciares durante el deshielo.
Cayó rápidamente al cielo, mientras su mundo se movía de lado a lado.
Se sentía como una caída al vacío.
De un momento a otro, sus pies tocarón el suelo, que comenzaba a volverse a formar.

[...]

Despertó solo, en una cama, con el sol saliente en su ventanilla entreabierta
Se levantó con todavía un poco de dolor de cabeza, que fue cesando rápidamente.

-Seguramente me caí de la cama...-Dijo desperezándose

Siguió su camino hasta la cocina. Sin mirar la marca redonda que recorría su muñeca. Como una pulsera.

"Clavel"-Goldred #FNAFHSYume #PremiosFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora