IV

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Sus ojos comenzarón a abrirse vislumbrando las paredes de color celeste.

-¿Dónde estoy?

Miró a sus alrededores encontrandose con distintos aparatos que no supo nombrar, una pequeña mesita de luz y una destarlatada silla junto a la cama para visitas.

-Un hospital...¿cómo llegue aquí?

-De la misma forma que llego el paciente anterior. Un extraño de chico de cabello azul.
Por sangrado excesivo.

Se sobresaltó al oir la voz de la enfermera que venía a comprobar como estaba.
Volteó para encontrarse con una alta mujer de cabellos negros y piel blanca. Tenía unos lentes de color verde manzana y miraba seriamente al chico, intentando analizar sus movimientos.

-Soy tu enfermera a cargo. Mia.

Todo en ella le sonaba familiar, su voz, su nombre, su aspecto.
La había visto antes, estaba seguro.

-¿Ya puedo irme de aquí?

-Ajá. Recuerda...tener cuidado.

Se levantó suavemente, mientras la enfermera escribia en un pequeño anotador.
Caminó torpemente hasta llegar a su mansión, una enorme construcción de color gris, bastante moderna.

-Buenos días, Señor Golden-Saludó cordialmente su mayordomo.

-Hola...

Fué hasta su cuarto que estaba a oscuras y se tiró en la cama. Había sido un tonto. Tenia la oportunidad de preguntarle a la enfermera si conocía a Fred. Pero por alguna extraña razón, algo no le dejó hacerlo. Como si su boca estuviera cerrada y sus palabras solo se escucharan en el inmenso eco de su conciencia.
Y así. Pensando en que aquel chico tal vez nunca despertaría. Se quedo dormido.


-Muevete. Niño rico-Gritó el moreno.

Las cosas no le iban del todo "bien" en el Reino Ghost, por no decir horrible.
Seguía esperando que Chica lo salvará, pero el sabía. En el fondo de su sombrió corazón sabía que no se amaban de verdad.
Caminó hacia el comedor, donde estaba el Rey sentado formalmente en su trono, con su mirada perdida en el cielo, como siempre.

-¿Cuáles son sus órdenes, mi Rey?

-Necesitó que revises la habitación 104. Fijate sino se está...sobrecargando.

Contempló la millonada de escalones que debía subir y suspiró, para luego comenzar su "viaje" a la nombrada habitación.

-Hola. Chico extraño-Dijo el rubio abriendo suavemente la puerta.

No le respondió. Ni siquiera lo miró. El no podía hablar.
Golden lo sabía.

Un aura negra recorría las paredes blancas.

-Parece que...no hay tanta umbra hoy. Bueno...te deseo lo mejor.

Y por primera vez, el chico de cabellos negros lo miró.
Dejando ver sus ojos negros y su extraña vestimenta.

-Adiós...

Pero el menor se levantó y abrazó al ojigris. Dejandolo anonadado.

-Ad...i...ós...-Respondió con su voz seca y entrecortada

Cerró la puerts número 104 con sumo cuidado. No sin antes echarle un vistazo a la umbra que desprendia de la misma

-Te prometó volver a verte...chico de cabellos negros.

Caminó hacia abajo. Para volver a undirse en la oscuridad. Sin haber notado el clavel que yacía en la habitación del oji-negro

"Clavel"-Goldred #FNAFHSYume #PremiosFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora