XI

262 58 3
                                    

-Oye. Golden. Despierta. ¡Vamos Golden! ¡No seas vago idiota!

Fred le gritaba a un realmente cansado rubio el cuál se reusaba a salir de su suave cama azul.
Ya había pasado media hora desde que él pelinegro le estaba llamando. Estaba comenzando a pensar que nunca llegarían a la escuela.

-¡La señorita Capdebilla se enojará con nosotros!

Intentó levantarlo con su amenaza más potente. Si había algo a lo que Golden le temía era a los incesantes gritos de su profesora de Ciencias.
Nada. No se movía de su cama. Su separación debio haberlo golpeado muy fuerte.

-¡Vamos amigo!

Levantó la manta solo para encontrarse con una enorme cantidad de almohadas atadas con un un fino hilo blanco.
Miró perplejo la escena que había dejado el ojigris. Pensando en a donde se podría haberse escapado

[...]

En otra lejana parte de la ciudad, un rubio corría por las frías calles invernales. Con una pisada más desequilibrada que la otra.
Iría a buscar a Chica. Necesitaba saber que le había hecho cambiar de opinión sobre él
Siguió con la mochila a cuestas hasta la escuela, se sentiá un poco culpable por dejar a Fred llegar media hora tarde. Pero intentó no recordar eso y se enfocó en encontrar su salón, al que llego a cuestas. Si tenía suerte, la maestra no le gritaría
Se sentó rápidamente en su banco, ubicado al final de una pequeña fila a la derecha de la pared.
Se había salvado. Suspiró aliviado y prosigió a sacar sus apuntes diarios, mientras los últimos alumnos llegaban al salón.

La hora pasó bastante rápido. Además, Golden ya casi no tenía sentido del tiempo. Ni siquiera sabia en que clase estaba cuando tocó el anhelado timbre que indicaba el final de las clases.
Guardó todo de manera descuidada y, chocando con una chica de cabellos verdes, corrió a buscar a Chica, quien estaba sentada en un pequeño jardin terminando su tarea de Matemáticas.

-¡Chica!

Corrió para sentarse juntó a ella y mirarla silenciosamente. Parecía estar a punto de llorar por alguna razón que el no sabía.

-¿Por qué? ¿Por qué...rompiste
c-conmigo?

La voz se le había comenzado a quebrar. Se regañó internamente e intentó mantenerse fuerte.

-Golden....soló...creo que lo nuestro no...no va a funcionar...
-Dijo recojiendo sus cosas en una delicada mochila color rosa pastel

-Fue una decisión muy derepente...y-y...¿s-si intentamos volver?

-Hace dos días dijiste que podíamos ser solo amigos
-Respondió levantandóse

-¡Chica, por favor! ¡Tu e-eres mi vida entera! ¿¡Que crees que haré sin ti?

Parecía realmente desesperado. No podía ocultarlo más.
Chica le dedicó una mirada de tristeza, con sus ojos magenta cristalizados como rocío.

-L-lo l-lamento...pero...se q-que encontraras a alguien mejor.
Seguramente...en otra parte hay una persona que te ama de verdad.

Eso le sacó una pequeña sonrisa.
Debía aprender a olvidar. Aunque eso le doliera.
La de mechones verdes se acercó al otro para darle un pequeño abrazó que el otro recibió

-Eres la mejor Chica
-Eso mismo digo de ti

Y con esas últimas palabras. Chica se marchó caminó a su casa.
El atardecer se estaba haciendo presente en las calles dando un tono naranja al cielo.
Golden se quedó observandólo un largo rato pensando en sí algún día las palabrad de la rubia se harían realidad, o si eran otra fantasía como los cuentos de hadas.

Una silueta se hizo visible en las calles. Parecía realmente desesperada. Fue acercandóse más hasta que el ojigris pudo ver de quién se trataba. Su mejor amigo Fred.
Corriá con una bata de color azul y unas pantuflas del mismo color, con sus cabellos atados en una refinada coleta

-¡Golden! ¡Por fin te encuentro!

Paró su rumbo junto al, por poco, mayor de altura, para mirarlo con una cara que esbozaba enfado y felicidad

-¡Te busqué toda la tarde idiota! ¡Recorrí toda la ciudad en pillama!-Dijo en tono de regañó, sonando claramente igual a su maestra de Ciencias.

Golden tartamudeó para decir algo, siendo callado por los ladridos de la pequeña cachorra que venía hacía ellos con un pequeño tutú rosa.

-¿Qué hace Elly aquí?-Preguntó fastidiado

-La traje conmigo para que me ayudara a bus...

Derepente. Paró de hablar y miró al rubio con una cara de diversión absoluta. El contrario seguía sin saber que le divertía tanto.

-¡Le dijiste Elly! ¡Sabía que le tomarías cariño!

-N-no...no..., nunca me caería bien un sucio animal como este
-Respondió imitando una voz de enfado, con las mejillas rojas.

-Vamos, no te hagas el rudo

-Deja de inventar cosas. Mejor vamónos a casa. Tengo muchas ganas de dormir

-No cambies de tema

-No lo hago

-Si lo haces

-¡Ya cállate!

-¿Qué harás, me callaras con un beso?-Dijo riendóse. El contrario lo tomó más como un reto que como un pequeño chiste

Simplemente se acercó a él y le dió un pequeño beso en sus labios rosados. Cosa que lo dejo totalmente anonadado y molesto

-¡No era para que te lo tomarás de verdad!

-Vamónos.

Los dos comenzarón a caminar con la perrita en brazos de Fred, mientras este se quejaba del beso sorpresa del rubio y el recién nombrado lo amenazaba con que sino se callaba, le daría otro.

"Clavel"-Goldred #FNAFHSYume #PremiosFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora